Dos docentes presentaron certificados médicos truchos con la supuesta firma y sello de una médica de Posadas que, por motivos de salud, ni siquiera está ejerciendo la profesión desde junio de este año. La irregularidad fue detectada por el área de Salud Laboral del Consejo General de Educación (CGE) que, tal como está previsto en el procedimiento de auditoría, contactó a la profesional médica para consultarle por estos certificados.
Luego de confirmar que los certificados no eran de su autoría y tanto el sello como la firma estaban adulteradas, se inició sumario administrativo a ambos docentes que en la actualidad están separados del cargo. Por su parte, la médica especialista denunció a ambos docentes por adulteración de documentación pública ante la Justicia. Su asesor legal es Federico Esquivel, abogado que ya patrocina otro caso similar ocurrido en 2019 y por el cual le acaban de notificar desde el CGE que la docente fue exonerada.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Esquivel señaló que son muchos los médicos a los que el CGE llama en el marco de estas auditoría para alertarlos que su nombre figura en certificados apócrifos, “y desisten de ir a la Justicia porque no tienen tiempo o no quieren sumar complicaciones”.
Según alertó, “son los docentes los que presentan estos certificados truchos, porque no se ven tantos casos en otros ámbitos laborales, como la Policía o la Justicia. Por eso, personalmente sospecho que no sólo hay una organización ilícita que está detrás de esto, vendiendo los certificados, sino que además mi presunción es que funcionaría dentro del CGE o tiene vínculos con esta dependencia”.
“Uno es su paciente”
A ambos certificados les falta nitidez, “están como escaneados y la firma y el sello no pertenecen a la médica. Uno de los docentes es incluso pacientes de la doctora y eso le impactó mucho a la profesional que intentó comunicarse con él y, luego de varios intentos, se dio cuenta que la bloqueó”.
Origen de los certificados
Esquivel también es el abogado querellante de la médica Fernanda Torres, quien hace tres años también acudió a la Justicia para denunciar a una docente por haber presentado ante el CGE un certificado apócrifo con su nombre, con un sello y firma falso.
“La semana pasada, desde el CGE nos notificaron que esa docente quedará desafectada… paradójicamente, la causa penal apenas avanzó y recién le harán la pericia caligráfica a la docente y lógicamente, si confirman que no es su letra y firma, quedará todo en la nada. Según sus propios dichos, compró el certificado a un remisero pero nunca se investigó esto”, lamentó el abogado para quien la Justicia debería indagar a los docentes sobre el origen de los certificados.
Esquivel lamentó también que no haya un estricto control del Colegio Médico sobre el proceso de adquisición de los sellos profesionales.
“Entre 5 y 10 casos por año”
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el responsable de Salud Laboral, Gaspar Argüello, confirmó que estos dos certificados médicos truchos son los primeros detectados en lo que va del año pero que esta es una situación que se da en forma frecuente, “en promedio, detectamos entre 5 a 10 certificados truchos por año”.
En este caso, “ambos certificados están supuestamente firmados por la misma médica y tienen la misma particularidad: sello borroso y la falta de coherencia en la redacción. Se certifica una patología que no es propia de la especialidad médica”.
Según indicó, “lo primero que hacemos es negar la licencia, nos contactamos con el médico y se inicia un sumario administrativo por vía legal contra el docente. Independientemente de lo que suceda en la Justicia, si se corrobora esta situación, el docente puede perder su cargo”.