La llegada del superministro Sergio Massa se da junto con el inicio de un nuevo mes, por lo que agosto parece que llegará cargado de novedades para los argentinos y, por supuesto, con grandes desafíos para el nuevo integrante del Gobierno.
Massa concentrará bajo su órbita los ministerios de Economía, Desarrollo Productivo, Agricultura y Pesca y aunque, tal como plantea el economista jefe de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE), Nicolás Zeolla, “aún tenemos que ver cuál será el Gabinete y el rumbo económico” en el mercado se empiezan a delinear los principales desafíos que enfrentará en este primer mes de gestión.
Por un lado es cierto que, como señala a iProfesional el economista y director de MyR Consultores, Fabio Rodríguez, “el nuevo ministro de Economía está asumiendo en un escenario muy diferente al de su predecesora, Silvina Batakis, porque se está desandando la corrida de los dólares financieros y del blue y la mejoría de la tasa de la deuda en pesos generó un pequeño boom de las expectativas positivas”.
Pero, por otro, el contexto actual indica una serie de problemáticas principales y estas son la urgencia de fortalecer reservas, resolver la problemática inflacionaria y monetaria actual y consolidar los procesos de colocación de deuda del Tesoro para controlar el déficit fiscal, así como resolver la compleja situación que enfrentan ciertos sectores productivos por la escasez de insumos y la dificultad de fijar precios.
BCRA y reservas
Así, Rodríguez considera que el primer ítem a resolver es “acomodar el balance del Banco Central de la República Argentina (BCRA) y despejar el panorama respecto de la dificultad para incrementar las reservas del Banco Central y la evolución de la demanda de energía”.
En este sentido, el economista señala que “hay que ver si Massa convalida el mecanismo del dólar soja que implementó el Central la semana pasada” y menciona que un tema muy preocupante es la pérdida de reservas que está sufriendo la entidad por estos días, ya que en julio la caída de las mismas fue de u$s1.200 millones, un número récord para esta época del año.
“Inicia agosto con la urgencia clave de las reservas porque, si no se empiezan a recomponer, no va a torcer la expectativa devaluatoria y va a tener que armar un escenario de devaluación organizado”, anticipa Rodríguez.
Y asegura que espera que el ministro logre plantear un programa superador al de sus antecesores, con un plan monetario claro, porque el mercado pondrá el foco en eso y va a seguir muy de cerca la magnitud de recomposición de reservas.
Inflación y dólar
En ese camino, Rodríguez plantea que Massa deberá avanzar en el control de la inflación y manejar la política monetaria y cambiaria con el fin de resolver la problemática de la suba de precios, que parece que será del superior al 7% en julio y deberá intentar domar en agosto.
Él no está solo en ese postulado ya que el director de CyT Asesores Económicos, Camilo Tiscornia, también considera que “es esencial que se defina qué hacer con la inflación y que se mantenga la calma que se logró recobrar ahora en materia cambiaria”.
Si bien no espera que sea posible lograr resultados en este sentido de un día para el otro, sí opina que sería bueno que empiece a dar señales positivas y convincentes al respecto. Y aquí aparece otro de los desafíos centrales que enfrentará Massa: cómo financiar el déficit fiscal.
Deuda, emisión y déficit
Rodríguez explica que “el nuevo ministro deberá enfrentar el desafío de seguir ‘rolleando’ la deuda con ratios satisfactorios para que no se tenga que emitir más”. El gran problema es que agosto no viene sencillo en este sentido, ya que Tiscornia recuerda que en el nuevo mes “vencen más de $600.000 millones de instrumentos del Tesoro”.
Se trata de un reto bastante fuerte, por lo que será un gran desafío lograr una colocación exitosa con un mercado de deuda tan complicado como el actual, en el que los bonos del Tesoro vienen muy golpeados aún tras el derrumbe sufrido en la era del exministro de Economía Martín Guzmán.
Así, tal como menciona el economista y director de la consultora Labour Capital and Growth -LCG, Guido Lorenzo, se combinan en este punto dos elementos: “El primero es la reducción del gasto para que no haya necesidad de emisión”. Indica que el gasto estaba creciendo por encima de los recursos, y es necesario revertir eso en el marco de un programa monetario confiable. “Y el segundo elemento clave es que la necesidad de garantizar que la tasa de interés esté por encima de la inflación esperada”, apunta. Ese es un elemento clave para alentar las inversiones en pesos.
Actividad e importaciones
Y, finalmente, Lorenzo menciona la importancia de trabajar en pos de sostener la actividad. El gran problema en este sentido es la problemática de las reservas que se van por esa vía con la importación de insumos, al igual que por el gasto en energía.
“Hay que lograr estabilizar la economía garantizando la provisión y los precios de insumos críticos para la economía”, recomienda Rodríguez. Señala que este es un punto esencial y que se combina con la necesidad de actuar sobre los subsidios.
Sin embargo, el problema que observa en este último elemento es que el área energética no la maneja, hasta el momento, Massa, ya que aún no se anunciaron cambios de cartera en esa área y Rodríguez opina que “ese es un sector sobre el que debería poder avanzar con ese objetivo”.
En definitiva, los analistas coinciden en marcar que, más allá de esta pequeña ola positiva de expectativas que se observa en las últimas horas gracias al “efecto Massa”, el nuevo superministro deberá aplicar medidas convincentes porque, como describe Rodríguez “el mercado exige ver para creer”.
Con el apoyo de los gremios
El amplio arco sindical salió a respaldar abiertamente la llegada de Sergio Massa al Ejecutivo con la esperanza de encauzar la crisis económica, financiera y política en que se encuentra la Argentina y el propio Gobierno del Frente de Todos.
La Confederación General del Trabajo (CGT) picó en punta con su apoyo, seguida por la CTA Autónoma, que encabeza Hugo Yasky. En la misma línea se expresaron otras corrientes sindicales y hasta surge la duda sobre la movilización prevista para el 17 de agosto al Congreso, ya que uno de los titulares de la central obrera, Carlos Acuña afirmó: “Sigue en pie hasta que el mismo Consejo Directivo disponga lo contrario”.
En este escenario, Sergio Massa no solo viene construyendo músculo político, sino también gremial. Y aprendió a no recostarse sobre un solo sector sindical, sino, como dice el dicho, “poner un huevo en cada canasta”.
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