Los años ’50 fueron el escenario donde comenzaron a confluir distintos géneros que poco a poco se volvieron el caldo de cultivo de lo que sería, en aquella época, el rock and roll. El folk y el blues fueron estilos de base, aunque también los pioneros -principalmente de Estados Unidos e Inglaterra- supieron conjugarlos con el jazz, el country y el soul.
Tras años de experimentación en contextos sociales diversos y artistas con propuestas innovadoras, el Rock se convirtió en ‘algo más’. Ya no sólo se trataba de un género musical, sino que comenzó a representar un movimiento cultural. Problemáticas sociales, conflictos personales y críticas políticas fueron temáticas que pisaron fuerte en las letras del género y en la puesta en escena.
Aunque ya en los años 60′ los Beatles comenzaban a posicionarse como la banda que puso al rock en el altar mainstream, fue principalmente en la década del 70′ cuando este género alcanzó popularidad masiva.
Un relevamiento de las ventas récord anuales y certificadas en todo el mundo de los discos de artistas y bandas desde el 1969 hasta el 2019, arrojó datos llamativos respecto al consumo del género rock en las épocas comprendidas. Los números del relevamiento se ajustan a un seguimiento de doce meses e incluye a distintos géneros musicales.
A grandes rasgos, prácticamente en toda la década del 70 y 80 el auge del rock fue indiscutido. Artistas como Elvis Presley, Los Beatles, Led Zeppelin, The Doors, Pink Floyd, Queen -por mencionar algunos destacados- permanecieron incluso más de diez años entre los más vendidos y escuchados. Mención aparte para Michael Jackson, ícono del Pop, quién también lideró el ranking durante más de una década.
Hasta incluso todos los 90′, -además del pop-, todas las diversificaciones de folk, el punk, rock psicodélico, clásico, progresivo, metal, alternativo, grunge se lucieron en artistas musicales que convertían a este género en el más popular de los últimos tiempos a nivel mundial.
Sin embargo, a fines de la ‘década de la nostalgia’ y principios del cambio de milenio comenzó poco a poco a gestarse un nuevo paradigma. El género musical rap y hip hop entró en escena y se desarrolló rápidamente hasta instalarse como el preferido de los principios del 2000.
Recordemos, en base al relevamiento citado y a nivel de “best selling”, en este caso el artista Eminem fue quien protagonizó el ‘boom’ del rap en la industria musical. Aunque es sabido que, íntegramente este género registra sus orígenes mucho antes de la década del 2000.
Evidentemente, pocos años después, fue notorio el declive de la música orgánica. El rock ya no estaba en su auge de popularidad y el centro de la escena fue copado por artistas que producían mayormente con sintetizadores, caja de ritmo, samples, paneles de sonido y todo tipo de soporte electrónico y digital para dar paso a proyectos que, aunque también híbridos en cuanto a géneros, dejaban en un plano secundario al sonido “rockero”.
El formato ‘banda’ constituida principalmente por guitarras, bajo, batería y teclado ya no resultó atractivo para el “nuevo” público. La innovación en la industria musical, podría decirse, fue de la mano con los cambios tecnológicos que avanzaron a pasos agigantados hasta la actualidad y lo seguirán haciendo.
Esto no quiere decir que ya no exista público para el rock, o que el género quedó obsoleto. Para nada. Continúan gestándose nuevos proyectos y reforzándose otros ya establecidos, el movimiento se sigue reinventando y a lo largo del globo son muchos los artistas que apuestan a sus raíces.
Sin embargo, hoy, el ojo de la industria musical está puesto en otra ‘ola’, atravesada por la digitalización, el impulso de las redes sociales, y basada totalmente en otra lógica de producción, comercialización, distribución y acceso a la música.
Así, es probable que la evolución tecnológica influya inherentemente en el tipo de música que se crea, a nivel ritmo, letras, melodías, canción, ideas, todo el contenido artístico. Pero ese, podría ser tema para otra eventualidad.
Fuente: Best-Selling Music Artists 1969-2019