Mientras el cabo Michael Natanahel Verón (26) atraviesa el posoperatorio a causa de las lesiones en su columna vertebral, el Ejército apartó a la cúpula del Regimiento de Infantería de Monte 30 en paralelo al inicio de una investigación interna y la radicación de la denuncia formal ante la Fiscalía Federal de Posadas por el presunto “ritual” celebrado el pasado viernes en dicha dependencia.
Para el Ejército Argentino, lo ocurrido “refuerza la convicción de la Fuerza para adoptar enérgicas acciones educativas en pos de modificar estos inaceptables comportamientos que no forman parte de las normas establecidas en las prescripciones legales y reglamentos militares vigentes”.
En consecuencia, Pereda ordenó “el apartamiento y relevo del jefe de Regimiento, Teniente Coronel Patricio Trejo, el segundo jefe, Mayor Sebastián Notaro y el encargado de la Unidad, Suboficial Mayor Ireneo Suarez”.
Asimismo, hay 15 militares pertenecientes a ese Regimiento investigados por el hecho. Se trata de dos oficiales y trece suboficiales que están señalados como presentes en tiempo y lugar donde ocurrió el episodio que derivó en la caída y las lesiones gravísimas de Verón.
Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, no se descarta que haya más involucrados como partícipes por acción u omisión de lo sucedido. Posteriormente la investigación determinará las responsabilidades dentro de ese grupo de 15 efectivos. Todos se encontraban en el sector del club Achalay de suboficiales, ubicado a unos 600 metros de las instalaciones de la Unidad pero dentro del predio del Ejército.
Este domingo fueron citados frente a sus superiores castrenses y les informaron de que están investigados por los presuntos delitos de “desobediencia y abuso de autoridad”. Al respecto, en el lugar ya se encontraba un oficial auditor a cargo de la investigación interna que lleva la Fuerza.
En la noche del sábado, el Comandante de Brigada de Monte XII, Sergio Jurczyszyn, se presentó en la Fiscalía Número 2 del Juzgado Federal de Posadas para denunciar el detalle de los hechos que investiga el Ejército con los nombres de los presuntos involucrados.
El hecho en sí ocurrió en el contexto de un almuerzo que tenía como fin la recepción de los flamantes cabos a una de las Compañías. En ese marco, y según los testimonios recabados, luego de seguir las órdenes de superiores inmediatos, el cabo Michael Verón cayó y sufrió un traumatismo de cráneo que le provocó la fractura de vértebras y el aplastamiento de médula. Por el tipo de lesión se presume que el efectivo cayó de cabeza contra el fondo de la pileta sin agua.
El soldado Verón fue operado y se encontraba “estable”
Según averiguaciones realizadas, Verón fue intervenido quirúrgicamente en dos oportunidades en un sanatorio céntrico de Posadas. El paciente se encontraba consciente, movía sus extremidades superiores pero en principio no así las inferiores. Más allá de que su cuadro era estable, su vida aún estaba en riesgo y los médicos esperaban que no haya complicaciones.
Verón había ingresado a la institución como soldado voluntario y logró el ascenso a cabo. Ya hacía algunos días que estaba en el Regimiento de Monte 30 y en una supuesta “bienvenida” sufrió las lesiones luego de que acatara órdenes impartidas por quien o quienes se encontraban con él.
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