Calidad: Hoy en día no podemos hablar de ninguna notable diferencia en cuanto a calidad de estos dos tipos de pinturas porque en verdad no hay mucha diferencia en el empleo de pigmentos para su fabricación. Es decir, prácticamente se suelen utilizar los mismos pigmentos en óleo como en acrílico.
Sólo que unos se aglutinan con aceites y los otros con resinas acrílicas. Creo que debemos fijarnos en otros aspectos pues en cuestión de calidad, en el mercado hoy en día se ofrecen excelentes calidades tanto en óleos como en acrílicos.
Si lo dicen, digo yo, será por algo, pero a veces me he preguntado si esto no será una estrategia comercial como tantas otras pensada para lanzar productos y abrir mercados. Tenemos cuadros del renacimiento y anteriores pintados al óleo y podemos hablar de su estabilidad, pero no los tenemos pintados con acrílicos de aquella época ya que su aparición data de la primera mitad del siglo XX.
Tendríamos que esperar algunos cientos de años para poder comparar objetivamente este aspecto de ambas pinturas.
Secado
Esta es la principal diferencia entre ambas pinturas. El óleo tarda más en secar que el acrílico que lo hace casi al instante.
Para mí que esta propiedad, la del secado rápido del acrílico, es la que más me hace recomendar el óleo a quienes se inician en pintura y para todo tipo de trabajos. Si a la ya compleja tarea de aprender a mezclar colores, conseguir degradados, fundidos etc con el óleo, le añadimos tenerlo que hacer a contrarreloj, ¡pues ya me dirás!
Textura
Con el óleo podemos hacer empastes que mantendrán siempre su textura (lo que conocemos como huellas del pincel). El acrílico al secarse mengua, es decir, se alisa y pierde volumen.
Otro tema bien distinto es la posibilidad de obtener texturas o relieves con la ayuda de otros productos auxiliares que existen en el mercado tanto para óleo como para los acrílicos.
Acabado
El óleo presentará siempre un acabado «brillante» mientras el acrílico será «mate». Por supuesto que luego podrás darle ese acabado brillante también al acrílico con un barniz.
También dicen por ahí que el acrílico es resistente a la luz solar directa y el óleo no. Yo no he podido comprobar esto porque no suelo poner mis cuadros en la fachada de mi casa. Es broma…
Limpieza
Aquí sí que hay diferencias que pueden hacernos decantar por una pintura u otra. El uso del óleo no es, digamos, exactamente lo que se dice muy limpio o incluso saludable para ciertas personas. Los olores de la trementina o aguarrás, o incluso la facilidad de limpieza de los materiales, hacen de los acrílicos una pintura más recomendable que el óleo para determinadas personas o para pintar en casa. Hoy en día existen óleos al agua que minimizan esta desventaja frente al acrílico.
Gamas de colores:
Aunque las cartas de colores que nos ofrecen hoy en día los distintos fabricantes son muy similares para ambos tipos de pinturas, en los óleos podemos encontrar sustanciales diferencias, en cuanto a variedad, de un mismo color.
Mezclas
El secado más lento del óleo es una de la mayores ventajas que nos ofrece esta pintura frente al acrílico a la hora de hacer mezclas de color. Con el óleo podrás mezclar una y mil veces cuantos colores quieras y necesites. Con el acrílico, o tienes un extraordinario dominio de las mezclas para obtener determinado color de forma directa y rápida, o no podrás tomarte todo el tiempo que quieras para ir probando un poco más de esto o un poco más de lo otro.
La variedad de tonos que podemos conseguir mezclando óleos, no la obtendremos nunca con los acrílicos.
Corrección de errores
La corrección de errores es posible con ambas técnicas, si bien, y una vez más, por el tiempo del secado, los errores cometidos con el acrílico será siempre a base de capas superpuestas, mientras que con el óleo lo podemos hacer incluso estando la pintura húmeda.
El próximo domingo veremos algunos aspectos a tener en cuenta para decidir cuál elegir.