El 27 de junio de 1994, dos días después de ser la figura de la Selección Argentina en la victoria por 2-1 frente a Nigeria, el control antidoping realizado tras ese partido a Diego Armando Maradona dio positivo y la FIFA decidió marginarlo de la Copa del Mundo de EEUU 1994.
Nueve meses antes, el “Pelusa” estaba retirado de la Albiceleste, pero la estruendosa derrota ante Colombia en el Monumental “obligó” a Alfio Basile a convocarlo para el repechaje frente a Australia.
Una vez asegurado el ingreso “por la ventana” al Mundial, Maradona se mantuvo en la convocatoria e incluso fue autor de uno de los cuatro goles argentinos en su debut frente a Grecia, el 21 de junio de 1994.
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Cuatro días después, Diego también fue determinante para revertir el duelo frente a Nigeria (2-1). Pero la imagen de ese día que quedó en las retinas de todo el planeta llegó al final del juego, cuando la voluntaria Sue Carpenter escoltó al Diez argentino fuera de la cancha, rumbo al control antidopaje.
Esa imagen, una vez conocido el resultado de las pruebas dos días después, obtuvo un cariz dramático. Ni Maradona (pese a su posterior pero efímera “resurrección” en Sevilla de la mano de Bilardo) ni la Selección Argentina (que cayó en octavos de final del torneo) volvieron a levantar cabeza.
A posteriori, el 10 brindó una conferencia de prensa donde nació la célebre frase “me cortaron las piernas”.
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