Usuarios del transporte público de pasajeros de Eldorado se quejan por el déficit del servicio. Puntualmente en los horarios pico. La mayor queja es de padres, alumnos e incluso escuelas, ya que en los horarios pico las frecuencias son las mismas, no hay refuerzos y esto hace que muchos alumnos y padres no lleguen a tiempo e incluso no lleguen a ir a clases.
Una madre, que prefirió no dar su nombre, contó ayer que “nuevamente tuvimos problemas para tomar el colectivo y que mi hijo llegue en horario a la escuela. Vivimos en el kilómetro 18 (es un lugar alejado y camino de tierra) hay un colectivo a las 5.45 que es muy temprano, mi hijo entra a las 7 y el otro a las 6.45 en ambos horarios el colectivo viene lleno. Hoy (por ayer) esperamos como siempre a las 6.45 y llegó tan lleno a la parada del ingreso al barrio que todos los que estábamos en la parada no pudieron subir. Mi hijo y yo llegamos a hacerlo, pero muchos estudiantes y sus padres no pudieron. No entrábamos más en el colectivo y desde ahí el chofer ya no paró en ninguna parada más. Muchos alumnos quedaron esperando en las demás paradas, no pudiendo llegar a horario a la escuela. Así y todo, los que tomamos el colectivo llegamos tarde, porque con tantas paradas en este caso para bajar gente, porque ya no subió nadie más, llegamos tarde”.
La mujer dijo que “esto es una vergüenza, porque no tenemos opciones y todos los días pasa lo mismo, todas las paradas llenas y los colectivos ya vienen llenos, es imposible que sigan subiendo, más teniendo en cuenta que seguimos en pandemia, viajamos todos amontonados y con las ventanillas cerradas”.
Esta situación genera un problema en cadena, no pueden tomar el colectivo ya que vienen llenos y muchas veces no se detienen, llegan tarde a los establecimientos escolares y “como esto se da cada día, en muchas escuelas ya comenzaron a colocar media falta por llegar tarde, entonces es toda una cadena. La empresa sabe que en los horarios pico hay mucha gente, muchos alumnos que necesitan viajar, podrían poner más unidades o mejorar las frecuencias”, indicó la madre.
Esta problemática se repite al mediodía, ya que en ese horario están los que van a las escuelas en el turno tarde y los que regresan a casa. Otra mamá contó que a esto de los colectivos llenos y que no suben más pasajeros, porque no entran en las unidades “se suma la inseguridad. Mi hijo muchas veces terminó yendo caminando a la escuela, pero hay muchos robos, es peligroso, porque no se puede negar tampoco el tema de la inseguridad, entonces es toda una cadena”.
“En la escuela de mi hijo dijeron que iban a enviar una nota a la empresa de transporte público precisamente por este tema de las frecuencias y los horarios, porque los chicos llegan tarde e incluso algunos, si viven muy lejos, optan por no ir a la escuela. Todos los días es el mismo problema”, explicó.
Ambas madres, que viven en sitios opuestos de la ciudad, pasan por la misma situación diariamente y ambas coincidieron en que “es preocupante, cada vez que salen a tomar el colectivo para ir al escuela es un suplicio o porque no llegan o porque tienen que ir caminando y llegan tarde, bueno, aunque lleguen a tomar el colectivo no llegan en horario”, dijeron.