Debido al creciente monto que registran las boletas de luz en el Reino Unido, el Gobierno británico anticipó que aportará ayudas sociales por 10.000 millones de libras (12.500 millones de dólares). Aunque la decisión se ve envuelta en disputas ya que estos números podrían financiarse con un polémico impuesto a las grandes empresas proveedoras de energía.
Este jueves el ministro de Finanzas debe presentar ante el Parlamento el paquete de ayudas y el impuesto especial sobre los beneficios de las empresas petroleras y energéticas.
Por su parte, el funcionario británico en las últimas semanas resaltó que ya ha destinado 22.000 millones de libras para ayudar a los ciudadanos que más padecen los efectos de la inflación, monto que los sindicatos y las asociaciones de lucha contra la pobreza denuncian como insuficiente.
El posible motivo detrás de los subsidios
Sin embargo, el primer ministro, Boris Johnson, y sus funcionarios siempre se opusieron a este impuesto porque sostienen al igual que las grandes empresas del sector, que podría socavar la inversión en energías renovables y la transición hacia la neutralidad de carbono.
Pero, al parecer, detrás del anuncio de este jueves hay un intento de “redención” por parte de los funcionarios, luego de que hace pocos días se haya hecho público un informe que responsabilizó a los dirigentes británicos de la cultura de permitir la celebración de numerosas fiestas en Downing Street durante los confinamientos contra el covid-19. Así, Johnson, quien no considera apartarse de su cargo parece estar dispuesto a ceder a la presión.
Frente a estas suposiciones, Stephen Barclay, un alto cargo del gobierno, negó el jueves al canal Sky News que el momento de estos anuncios tuviera como objetivo cerrar el escándalo, y aseguró que el Tesoro los había hecho coincidir con los anuncios de la autoridad de la electricidad británica, Ofgem, sobre las subidas previstas del límite de las tarifas este otoño.
Sunak, el canciller de Hacienda, expuso que “presentará ante la Cámara de los Comunes (…) medidas específicas para apoyar a las familias”, duramente afectadas por el aumento de la inflación. La inflación alcanzó el 9% en abril en el Reino Unido, su nivel más alto en 40 años.
Por otro lado, Ofgem anunció el martes que el precio máximo de la energía podría aumentar más del 40% en octubre, es decir, 800 libras (1.000 dólares, 930 euros) más al año por hogar.
Al mismo tiempo, los gigantes de la energía han visto sus beneficios trimestrales aumentar impulsados por la subida de los precios del petróleo, que se aceleró con la invasión rusa de Ucrania.
Fuente: Diario 26