La fronteriza localidad de El Soberbio y cabecera del departamento Guaraní, cumple este 23 de mayo 78 años de una rica y variada historia, a orillas del río Uruguay, en Misiones (Argentina), siendo la pequeña localidad de Porto Soberbo, en el Estado de Río Grande do Sul (Brasil), uno de sus vecinos más cercanos.
En cuanto a la fecha de fundación de esta localidad, el investigador Juan Marcelo Albarracín, de San Vicente y la licenciada en psicopedagogía María Celia Lucas, nacida y criada en El Soberbio, revelaron en el libro “El Soberbio sus inicios en la historia del Alto Uruguay”, relataron que se tomó como referencia “el 23 de mayo de 1946, para dar una fecha fundacional a esta comuna”; porque ese día se abrió la actual Escuela de Frontera que hoy lleva el número 617 y allí se izó por primera vez el Pabellón nacional en el lugar.
Ese dato fue confirmado por un integrante de la Convención Redactora de la Carta Orgánica Municipal de dicha localidad. Ya que tomaron como referencia el día de la inauguración de la escuela porque era la fecha más concreta que tenían.
Este documento histórico sí marca el inicio de la colonización de El Soberbio y despejó las dudas que había sobre cómo surgió esta ciudad.
Sus primeros pobladores
Además de los pobladores originales —los guaraníes—, que habitan la provincia desde tiempos inmemoriales, toda la franja oriental de Misiones se caracterizó históricamente por una fuerte presencia de inmigrantes europeos, particularmente desde mediados de la década del 1890 hasta 1950, incluido la localidad de El Soberbio.
Entre las colectividades predominantes se encuentran la polaca y la alemana. Esta población ingresó en mayor medida por Brasil a través de un programa de colonización privado y se mezcló con la población ya existente, escasa porque solo se trata de peones de los obrajes de yerba mate silvestre y madera; la procedencia de estos era variada, pero muchos ya eran mensúes en otras zonas de la provincia siendo el río Uruguay la principal vía de comunicación hacia los centros urbanos, desde y hacia los cuales se transportaban mercaderías en “chatas” tiradas por lanchas de madera.
La población de El Soberbio, se compuso cuando a comienzos del siglo XX, se instalaron algunos jangaderos venidos desde el Brasil, que eran los encargados de maniobrar río abajo las grandes balsas de troncos llamadas “jangadas“; como asimismo familias de criollos venidos del Brasil por un importante desplazamiento de habitantes costeros hacia la Argentina, que se produjo por la necesidad que tenían de autoexiliarse, frente al avance de Prestes, General del Ejército Brasileño que se rebeló, juntando sus huestes en la zona fronteriza.
Los hermanos Natalio y Julio Ongay, eran propietarios de estas tierras, adquiridas en remate. Cuando deciden explotar los montes, contratan a Arguro Henn quien desde Alba Posse se trasladó a El Soberbio navegando el río Uruguay en el año 1946.
Ese año llega el primer maestro Sergio Fenochioy el gendarme Alfonso Argañaraz con sus camaradas, con destino al Puesto de Gendarmería en Monteagudo. Al conformarse la Compañía Monteagudo S.R.L. integrada por los Hermanos Ongay y Henn, se implementa el Programa de colonización privada acordándose el ingreso de quinientos inmigrantes del Brasil.
Allí, se materializa en número menor ese ingreso, teniendo como protagonista de los trámites de los extranjeros al gendarme Alfonso Argañaraz con la colaboración del maestro Sergio Fenocchio y el comerciante Otto Degener.
Este último fue, además de Encargado del Registro Civil de Monteagudo (en 1923), fue el primer comerciante de El Soberbio. Su almacén de ramos generales estaba ubicado desde 1930 en la actual intersección de las avenidas Arturo Henn (ex-Corrientes) y Otto Degener (ex-Costanera), y desde 1943 colaboró en su negocio su sobrino Ricardo Balsas.
En 1947, al crearse la delegación El Soberbio del Registro Civil, su delegado titular fue Sergio Fenocchio, y como suplente Otto Degener.
Origen del nombre
El nombre de El Soberbio tiene dos corrientes originarias, por un lado se dice que El Soberbio, surge por una frase de una de las primeras personas en llegar a la desembocadura del arroyo Guarambocá… «¡Qué soberbio lugar!». Así el paraje recibió su denominación.
Por otro lado, se dice que se debe, al arroyo homónimo, donde las chatas remontaban el río Uruguay desde Santo Tomé-Corrientes y luego retomaban río abajo ya como jangadas hechas de troncos de árboles, y justamente dos jangaderos que acampaban en la Barra del Arroyo El Soberbio; ellos fueron los principales difusores de la denominación del lugar.
El primer docente Sergio Fenocchio decía que al solicitar oficialmente ese nombre para el pueblo, las autoridades provinciales se negaron por considerarlo inadecuado.
Sin embargo, una de las primera colonizadora de El Soberbio Lory Henn contó que los pobladores y las autoridades de entonces, de igual manera decidieron mencionarlo en cuanta correspondencia se emitiera, porque en toda la región ya se conocía el lugar como El Soberbio. Ante la evidencia finalmente se oficializó a la localidad con su actual nombre.
Actividades económicas
Las principales fuentes de trabajo de El Soberbio fueron generadas por las producciones agrarias, casi siempre el monocultivo de algún producto impulsado por políticas estatales (yerba mate, te, tung, esencias aromáticas) que si bien pudieron coexistir, siempre fueron suplantándose cronológicamente por beneficios económicos, escapa a este caso la explotación forestal de bosque nativo que aún hoy es una de las mayores actividades.
En los últimos años hubo un crecimiento sustancial en la economía, sobre todo para los productores agrarios que son pequeños propietarios, igual que el resto de la provincia está dividida a diversas producciones y la otra porción en grandes propietarios sobre todo para la reforestación.
Así la práctica generalizada es la tala de la madera de ley, luego la saturación de la tierra se realizó la plantación de pino o tabaco.
Este último es el que más moviliza el pujante crecimiento económico, reflejado en la población por un mayor poder adquisitivo en la zona rural y una mayor incidencia en factores como la política provincial, esta cadena al cambiar el rumbo de la economía regional intenta salir hacia actividades menos contaminantes como el turismo.
Atractivos turísticos
El Soberbio es la puerta de entrada a los Saltos del Moconá, y como tal congrega infinidad de turistas ávidos de naturaleza y aventura.
Vale recordar que esta localidad está a unos 250 kilómetros de Posadas (capital de la provincia de Misiones), y se accede a ella por las rutas Provinciales 2 y 13.
El Gran Salto del Moconá -o “el que todo lo traga”, como fue bautizado por los guaraníes que habitaron el lugar- es un cañón de tres kilómetros de largo con caídas de agua paralelas a su cauce, cuya altura, que va de los cinco a los siete metros, depende del caudal de agua que trae el río Uruguay. Dicho atractivo turístico se encuentra a unos poco más de 60 kilómetros de El Soberbio.
Naturaleza y turismo aventura se combinan en su área de influencia que cautiva a los turistas y los invita a recorrer encantadores senderos por el Parque Provincial que lo resguarda y por la Reserva de Biosfera Yabotí, otro de los grandes atractivos de esta localidad misionera.
Vale resaltar que la actividad turística de esta localidad, cuyos mayores atractivos son los Saltos del Moconá y la Reserva de Biosfera Yabotí, pero también hay varios camping, saltos y agro-camping que está adquiriendo un impulso importante. Además, el municipio cuenta con comodidades para alojamiento como ser: hoteles, cabañas, hosterías, de distintos niveles y restaurantes, inclusive.
Además, la fluida comunicación con la vecina localidad de brasileña de Porto Soberbo marca una tendencia cultural muy particular en los pobladores, pasando de un punto a otro en balsa sobre el río Uruguay.
Capital Nacional de las Esencias
Se cuenta que cuando terminó la Segunda Guerra Mundial en la Argentina faltaban algunas materias primas para la industria. Es así que una empresa de Buenos Aires, Dubarry, se dirigió a Misiones para iniciar una plantación de aromáticos que permita extraer esencias dirigidas a la industria perfumera.
Primero se intentó hacerlo en Eldorado, pero las heladas conspiraban con el éxito de la empresa. Entonces se optó por llevar las plantas hasta El Soberbio. El viaje duró entre dos y tres días.
El Soberbio se convirtió para la industria perfumera como Givaudan, IFF, Firmenich, Fritzche Brothers, EYPAR, ENYS, EUMA, en la base del aprovisionamiento de sustancias como aldehídos, cetonas y otros que provenían de la citronela, el lemongrass conocido como cedrón, y la menta entre los más populares. Con el pasar de los años sólo se continuó sembrando citronella, una planta perenne de poco mantenimiento que conserva el suelo y permite dos cosechas anuales. La producción local se industrializó y hoy su producción está dedicada a la perfumería, la cadena farmaceútica y de limpieza, inclusive.
Fuentes: Redacción Central – regionlitoral.net -wikipedia.org