En todo el mundo se registraron más de 400 casos de hepatitis infantil aguda de origen desconocido, de acuerdo a los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mayoría de las alertas se dieron en Europa. Sin embargo, en Latinoamérica, ante el avance de los cuadros sospechosos, los equipos médicos permanecen en alerta. A nivel local, en Misiones, el Hospital Pediátrico “Fernando Barreyro” de Posadas implementó un protocolo de seguimiento de pacientes que llegan hasta el nosocomio.
En comunicación con PRIMERA EDICIÓN el gastroenterólogo Gabriel Verón explicó que “desde la semana pasada, cuando comenzó a emitirse esta alerta a nivel internacional y nacional, comenzamos a coordinar entre los servicios de emergencias e infectología”. Para los controles, “comenzamos a implementar un abordaje del paciente inicial, cuando consulta en la guardia”.
En la revisión de pacientes, “queda claro una definición de diagnóstico probable, que son aquellos chicos que tienen hepatitis agudas, que no son aquellas determinadas, las virales, como A, B, C, D y E”. En los controles, “hablamos de niveles enzimáticos por encima de 500, lo cual da una afectación importante”.
Verón aclaró que además “se suma en la parte clínica del paciente”, donde contó que “pueden aparecer estos grises, el qué hacer con los pacientes que no reúnen todos los criterios y por tal motivo nos reunimos para ver cómo será el seguimiento de éstos”.
En el Hospital Pediátrico, “si bien en la guardia se realiza un triaje primario para ver el estado general del paciente, no se plantea todavía que haya un área de aislamiento”. De momento, “de acuerdo a la clínica del paciente tenemos definido realizar estudios iniciales de entrada, para tratar de establecer un posible diagnóstico”.
En las manifestaciones clínicas, detalló que “estas pueden ser desde muy inespecíficas, como chicos que empiezan con nauseas, vómitos, dolores abdominales o ya manifestaciones más típicas, que se describen en los casos a nivel mundial: ojos color amarillo, materia fecal con aspecto blanquecino, orina con color oscuro. Sumado a esto, se encuentra a nivel de laboratorio una alteración de la función hepática, es decir, hay signos de inflamación”.
Aseguró que por el momento no registraron alertas o casos sospechosos de hepatitis aguda de origen indeterminado. De todas formas, “existe un protocolo en el hospital para solicitar estudios de mayor complejidad”, añadió Verón.
Afecciones hepáticas
Por fuera de los casos inespecíficos, para tratar hepatitis, “algunos centros más especializados cuentan con hepatólogos, una rama ligada a la gastroenterología, pero en esta zona es una especialidad bastante carente”, detalló Verón.
El tratamiento “inicialmente se maneja con anamnesis, es decir, el interrogatorio para evaluar la causa que lleva a un compromiso hepático. Se analiza, el estado de vacunación, si tuvo infecciones o viajes recientes, también si recibió medicación recientemente. Todo esto, ayuda al diagnóstico inicial”.
En los análisis, “algunos parámetros de laboratorio nos permiten identificar qué pacientes necesitan una derivación a un centro de trasplante de forma oportuna”. El tema hepatitis “etimológicamente es una inflamación del hígado, que puede deberse a causas infecciosas, algo autoinmune o por el uso de medicamentos”.
En el Hospital Pediátrico de Posadas, el gastroenterólogo indicó que “los casos que tenemos en seguimiento son de hepatitis autoinmune y muchos de estos pacientes los trabajamos en conjunto con el hospital Garrahan, que cuenta con un servicio de patología y trasplante”.