Los misioneros en general, pero principalmente los que utilizan combustibles para moverse o trabajar, tuvieron una pérdida en conjunto de 2.400 millones de pesos en los primeros meses del año a raíz del sobrecosto en el precio del combustible que se paga en la Tierra Colorada en comparación con los valores de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En promedio fueron unos 800 millones de pesos mensuales que salieron de los bolsillos locales para terminar en manos de las petroleras.
Es cierto que los fletes y la distancia encarecen el líquido, pero según petroleros consultados, la diferencia es mucho más elevada que el costo del transporte.
Esto se debe exclusivamente a una decisión política del Gobierno nacional de privilegiar y cuidar el bolsillo de los porteños y bonaerenses en desmedro de los habitantes del interior del país: allá hay mayor cantidad de votantes y más peso en la opinión pública sobre el Gobierno.
En promedio, entre los cuatro tipos de combustible, hay una diferencia de precio a favor de Buenos Aires de entre 12 y 20 pesos por litro. Ese sobreprecio es lo que pagan los misioneros cada vez que concurren a las estaciones de servicio a cargar nafta o gasoil en sus vehículos: motos, autos, camionetas, camiones, micros, etc.
Esto también incluye a los que usan maquinaria agrícola para desempeñar tareas en el campo o la chacra, como cosechadoras, tractores, cargadores; o aquellos casos donde abastecen a los generadores de electricidad con el gasoil.
Justamente la diferencia de precios del combustible fue uno de los puntos centrales que marcaron 17 gobernadores del interior del país, entre ellos el misionero Oscar Herrera Ahuad, en una carta enviada el martes a la Corte Suprema de Justicia de la Nación para decirle que “estamos cansados de la discriminación del centralismo” pidiéndole a los jueces que tengan criterios de federalismo a la hora de fallar en una disputa del interior contra CABA por el reparto de la coparticipación. No sólo tienen el combustible más barato, también reciben más subsidios al transporte público y pagan menos por el consumo de gas y energía.
Cómo se llega a $2.400 millones
Misiones consumió en marzo 55,5 millones de litros de combustibles, discriminados de la siguiente manera: 28,5 millones de litros de gasoil y 27 millones de litros de nafta, sin discriminar premium de común.
En enero y febrero el consumo fue bastante regular, ubicado en los 52 millones de litros cada mes, repartido en igual proporción de 26 millones de gasoil y 26 millones de nafta, según datos del Ministerio de Energía de la Nación.
Para calcular el sobrecosto total que pagan los misioneros se puede tomar un promedio de 15 pesos por litro y multiplicar por 52 millones de litros al mes, lo que da como resultado: 780 millones de pesos. Ese fue el sobrecosto de enero y febrero.
En marzo fue mayor: 15 pesos de más por cada litro, multiplicado por 55 millones de litros, equivale a 825 millones de pesos. Sumando el sobrecosto de los tres primeros meses del año se llega al número de 2.385 millones de pesos.
Al pagar un promedio de 15 pesos más por litro de combustible en todo el año, el sobrecosto se incrementará a unos 10.000 millones de pesos. Siempre y cuando la diferencia de precio entre Misiones y CABA no se incremente aún más.
Sube más acá
Desde la semana pasada se volvió a ajustar el precio del combustible y la petrolera estatal YPF, que domina el 60% del mercado en el país, aumentó sus productos entre un 11% (nafta súper) y un 17% (premium).
Esta actualización, se suma a las realizadas en febrero (14%) y marzo (19%), con lo cual los combustibles acumulan en lo que va del año un alza de hasta 44% en Misiones, contra CABA que aplicó subas de 9%, 10% y ahora 12% y acumula 31% en los primeros cinco meses.
Para expresar la diferencia en números: En el caso de YPF, la nafta súper en Posadas cuesta $134, mientras que en Capital Federal vale $120,30. La Infinia cotiza aquí a $163,90 mientras que en las estaciones de la Capital del país se consigue a sólo $147,30, es decir $16,60 menos.
Otro problema que castiga a Misiones es la escasez de combustible. Según explicaron desde el Gobierno, la demanda aumentó un 43% con respecto a 2019 y desde entonces YPF está despachando sólo un 25% más, por eso se genera faltante, porque la demanda supera los aumentos de cupo.
Esto se debe principalmente a la demanda de los brasileños y paraguayos que vienen a comprar a la Argentina, debido a que el precio es casi la mitad de lo que pagan en sus países.
