El pasado miércoles 9 de marzo, por orden del juez de Instrucción 4 de Apóstoles, Miguel Ángel Faría, efectivos de la Dirección Homicidios de la Policía de Misiones detuvieron nuevamente al profesor de artes marciales Arnaldo Richard Cristaldo (45), implicado en la muerte del adolescente César Daniel Tizato.
El procedimiento se realizó minutos antes del mediodía con el apoyo de efectivos de la comisaría Primera de San José a la altura del kilómetro 34 de la ruta nacional 105.
En ese lugar los investigadores y los integrantes de la Unidad Regional VII montaron el procedimiento e interceptaron al sospechoso que regresaba en motocicleta hacia su domicilio de San José tras cumplir labores en un aserradero de la zona.
Ayer, dos meses después, el juez Faría resolvió la prisión preventiva para Richard Cristaldo imputado formalmente por el delito de “homicidio agravado por alevosía”, que para el Código Penal Argentino prevé una condena de prisión perpetua.
De esta manera, el expediente avanza ahora en dirección directa a ser elevado a juicio oral y público para su esclarecimiento.
Vale recordar que hasta el 9 de marzo de este año, la causa se presumía en otra dirección. El giro fue sorpresivo y tras los resultados negativos a otros sospechosos de los cotejos de muestras de ADN obtenidas en el cuerpo del joven.
Pero también se aguardaban pericias a cinco teléfonos celulares. De este entrecruzamiento de datos y rebotes de señales de impacto en antenas de empresas de comunicación habrían surgido evidencias que complicarían al experto e instructor en karate y kung-fu.
La decisión del juez Faría fue sorpresiva y en sentido contrario a la de excarcelación de Cristaldo por “falta de mérito”.
Fuentes de este Diario remarcaron que se produjo tras el resultado negativo al cotejo genético de las muestras tomadas de la víctima fatal.
Este mismo resultado se registró con los dos detenidos restantes, un joven de 27 años y el padrastro de César Tizato, respectivamente.
Nuevos estudios y revisiones sobre los resultados de la autopsia al menor asesinado en un campo y arrojado a un estanque en jurisdicción de Fachinal en agosto de 2020, habrían apuntalado la hipótesis que comprometería al profesor de artes marciales.
Hace un año y siete meses, el viernes 2 de octubre de 2020, en una laguna fue hallado semisumergido el cadáver de Tizato tras 33 días de búsqueda (domingo 31 de agosto se denunció su desaparición).
El sitio está ubicado a 1.800 metros de la ruta nacional 105 a pocos metros del arroyo Pindapoy.
El mismo día del hallazgo, la Justicia dispuso la detención del profesor de artes marciales, vecino de la víctima, quien fue la última persona en verlo con vida tras llevarlo a cazar.
Ni bien se supo de la desaparición de César Tizato, el sospechoso le aseguró a la madre de la víctima que volvió solo de aquella excursión y que había dejado al chico con dos desconocidos, a quienes nunca se pudo identificar.
También habría intentado engañar a los investigadores de la Unidad Regional VII y de la Dirección Homicidios, con sitios y caminos muy alejados de la laguna en la que apareció el cadáver.
Un balazo en el pecho
Las pericias e informes de autopsia, toda la labor final de los forenses se resumiría ahora en que César murió de un disparo de rifle que le atravesó el pecho.
La conclusión se desprendería por los orificios hallados en la ropa del occiso, tres en la espalda que coincidirían con un proyectil que atravesó remera, buzo y campera por la espalda y dos delanteros que indicarían que la víctima tenía la campera abierta en el instante previo al ataque.
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