Este lunes se cumplen 23 años de una de las “curiosidades” más recordadas del fútbol argentino: cuando, en medio de una jugada intrascendente, Fabián Santa Cruz le metió el dedo en la cola a un Juan Román Riquelme que disfrutaba la mejor época de su carrera deportiva.
La situación se produjo en el partido que el 28 de abril de 2002 disputaban Boca y Banfield en la cancha del “Taladro”, y terminó de la peor forma para el actual dirigente “xeneize”: ultrajado y expulsado por su reacción posterior, pegándole una trompada de boxeo a su adversario.
El árbitro era Fabián Madorrán, que vio con sorpresa la reacción de Riquelme, pero no pudo ver el inicio del entredicho. “Fabián, me metió el dedo en culo”, le dijo Riquelme, pero no fue excusa y vio la roja.
Era su primera expulsión como profesional, de las tres que tuvo en toda su carrera.
Casualmente, Santa Cruz también se fue expulsado minutos más tarde, pero por doble amarilla por otros lances del juego, que terminó ganando Banfield 1-0.
Tras aquel dedo indebido, el protagonista del episodio -que sólo tuvo 40 oportunidades en Primera División- dijo: “Se hacen muchas cosas en el fútbol que nadie conoce. Se toca todo, no sólo la cola. Mientras no te vean, vale todo”.
Fuente: Depo
