El 21 de abril de 1997 se llevó a cabo el primer funeral espacial de la historia, cuando un cohete se dirigió hacia el espacio llevando las cenizas de Timothy Leary (escritor, psicólogo y entusiasta defensor de las sustancias psicodélicas), del creador de “Star Trek” Gene Roddeneberry y del físico y activista espacial Gerard O’Neill, entre otros.
En total eran los restos de 23 intelectuales y científicos, además de un niño japonés de cuatro años, los cuales fueron cremados en la Tierra previamente al viaje y una pequeña parte de sus cenizas fueron lanzadas con el Minisat, el primer satélite español.
El lanzamiento fue realizado a través del cohete Pegasus desde una base aérea de las Islas Canarias y retransmitido en directo por la televisión pública española.
Estaba previsto que las cenizas permanecieran en el espacio junto con los restos del cohete entre 18 meses y 10 años. Al final, el cilindro que contenía los restos aparentemente estuvo en la órbita de la Tierra por cinco años, hasta su reentrada en la atmósfera en mayo de 2002 en el nordeste de Australia.