Empleados de la Cooperativa Eléctrica Limitada de Oberá (CELO) agremiados en el Sindicato de Luz y Fuerza llevan adelante una medida de fuerza que comenzó el lunes y se extenderá hasta el viernes en reclamo de 90 millones de pesos que la entidad adeuda en aportes al sindicato y la inmediata reincorporación del exjefe del sector de Agua Potable y delegado gremial, Aníbal De Mora, que fue despedido por el presidente Pedro “Pilo” Andersson.
El conflicto ya lleva varios meses e incluso hubo una conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo de la provincia que no prosperó.
En la CELO hicieron trascender la versión de que el despedido había cometido hechos de corrupción pero nunca oficializaron una denuncia formal. En cambio, para el Sindicato, al no haber un motivo expreso, se trata de un despido arbitrario y sin causa.
Este conflicto puede generar graves problemas en el abastecimiento de energía eléctrica de un total de nueve municipios de la Zona Centro de la provincia que dependen del servicio de la CELO.
La primera medida de fuerza gremial había comenzado el 14 de febrero, pero el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria con cita para el día 2 de marzo.
Las negociaciones no prosperaron y los empleados agremiados aseguran que no se están cumpliendo las exigencias, por lo tanto, lanzaron una huelga para toda la semana comenzando el pasado lunes con un paro de tres horas, ayer fueron cuatro, hoy serán cinco horas, mañana seis horas, mientras que el viernes la huelga será total, advirtieron desde el sindicato.
Andersson, el presidente de la Cooperativa, viene siendo muy cuestionado en los últimos meses por las deficiencias en el servicio de energía eléctrica y agua potable, sobre todo en el verano y con la sequía. Cada vez se escuchan más pedidos de que renuncie al cargo.