Finalmente se concretó la Tercera Edición del Motoencuentro Solidario del Lago Urugua-í, en Puerto Libertad, que volvió a realizarse luego del paréntesis obligado provocado por la pandemia de Covid-19 y que resultó muy convocante. Parte de lo recaudado será destinado a un comedor y a los bomberos voluntarios de esa localidad del Norte provincial.
Fueron unas 700 máquinas de distintos lugares de la región, incluído Paraguay y Brasil, que se dieron cita en el Motoencuentro que por la calidad y seriedad de la organización, busca convertirse en una fecha tradicional en la agenda de los moteros e incluso ya fijó la próxima edición para el 3 y 4 de marzo del 2023.
Uno de los máximos responsables de la organización, Sandro Kovalski (conocido así en el ambiente de las motos como Ángel Caído), realizó un pequeño balance de lo que dejó el Motoencuentro y no ocultó su satisfacción. “La verdad que superó nuestras expectativas, hubo una mayoritaria asistencia del público argentino en esta ocasión a diferencia de los años anteriores cuando habían venido muchos moteros brasileños y paraguayos, que de igual manera los clubes mandaron a sus representantes pero en menor número”.
Kovalski dijo que el motivo principal por el cual no vinieron tantos participantes extranjeros fue “que pesó mucho la demora en los controles y la burocracia argentina que se produce en el puente para ingresar al país, no está todavía claro qué les piden en materia sanitaria, las largas filas de dos o tres horas que deben realizar y eso los desalentó bastante”.
Agregó que “tuvimos moteros argentinos que llegaron desde muy lejos, como una pareja que viajó más de 2.000 kilómetros, desde la provincia de Mendoza para estar presentes y se llevaron una mención a los motoviajeros de mayor kilómetros recorridos y también como premio un casco. Alcanzamos el número previsto de 700 motos, que consideramos acorde para las instalaciones con las que disponíamos”.
Para todos
Un detalle no menor y que refleja el interés que despierta el Motoencuentro es que “también hubo mucha gente que no fue en moto y sí en auto, familias enteras que concurrieron especialmente para conocer de qué se trata una actividad como esta, ver las máquinas, disfrutar de los shows de las bandas, del patio de comidas. Además desde la ruta se observa el predio, todo el movimiento que genera el Motoencuentro que atrae el interés de los que pasan por allí y muchos no dudaron en quedarse a pasar el día”, reconoció Kovalski.
El clima acompañó para que sea una verdadera fiesta, sin presencia de lluvia durante las dos jornadas, aunque con mucho calor. Los participantes también tuvieron la oportunidad de realizar un recorrido guiado por los alrededores del Lago Urugua-í, con grado de dificultad muy baja y con un maravilloso paisaje.
Una de las características salientes fue “el ambiente familiar y se destacó la variedad de motos, de distintas cilindradas, incluso entregamos una distinción a una BMW 1800 (de mayor potencia) de Sergio Ruiz, quien vino desde Corrientes y a una Daelim 70cc (el de menor cilindrada)”.
La última edición (Segunda) había sido el 6 y 7 de marzo de 2020, justo el fin de semana previo al inicio de la pandemia de Covid-19, de allí la gran expectativa que se había generado para esta oportunidad.
Manifestó Kovalski que desde la organización “somos muy autocríticos y fuimos anotando algunos detalles que debemos y queremos mejorar desde la organización porque seguramente el año próximo la asistencia seguirá creciendo porque se desarrolló todo en un clima muy tranquilo, cordial, sin problemas ni disturbios”.