El fútbol, idioma universal, abre puertas en todo el mundo. Darío Labaroni (62) es fiel testigo de aquello. El entrenador, misionero por adopción, ya trabaja a pleno en el OTP Oulun de la Tercera categoría del fútbol de Finlandia.
El exentrenador de Guaraní Antonio Franco, Crucero del Norte, San Jorge de Santa Fe y San Martín de Tucumán, entre otros, vive una experiencia única al otro lado del mundo. Temperaturas extremas que pueden llegar a los 30 grados bajo cero, una cultura totalmente diferente y hasta una triste guerra en la región forman parte del día a día que hoy vive Labaroni.
“Cuando llegamos acá con el profe, hacía 25 grados bajo cero. Hasta se me cristalizaron los pantalones, una locura. Las dos primeras semanas fueron muy duras, pero ya nos estamos acostumbrando”, le contó ayer Darío a EL DEPORTIVO por teléfono, horas después del primer amistoso de su equipo que fue con victoria contundente, por ¡¡¡9-2!!!. Un trotamundos del fútbol.
Darío… ¿cómo fue la llegada a todo ese mundo nuevo?
La llegada fue difícil. Llegamos a Oulun después de un día y medio de viaje. En Helsinski hacía 5 grados bajo cero, bien. De ahí nos tomamos un tren a Oulun, que está unos 600 kilómetros al norte. Cuando nos bajamos del tren, la sensación térmica era de 25 grados bajo cero. Hasta se me cristalizaron los pantalones, una locura. Las dos primeras semanas fueron muy duras, de temperaturas extremas. Yo me hacía una idea porque viví en Bariloche, pero esto es una locura, estamos a 15 minutos del círculo polar ártico. Ahora ya nos estamos acostumbrado. Hoy, por ejemplo, estamos en 4 grados bajo cero… Acá, eso es el Caribe. Pero las primeras veces, para salir, tardábamos como 15 minutos en ponernos la ropa: dos pantalones, tres remeras, la campera, un camperón, los guantes. Ahora ya salimos con lo que acá llaman “dos pieles”, la ropa térmica, un buzo arriba y ya está. Imaginate que la nieve llegó a estar a la altura del pecho.
¿Cómo es el tema de la luz solar?
Ahora ya está un poco mejor, pero hasta hace dos semanas, a las 16 ya era completamente de noche. Y amanecía a eso de las 8.30. Ahora se viene el verano, así que va a ser al revés, con días eternos.
Antes de hablar de fútbol… ¿cómo es la gente?
Por ahora, no tenemos mucho más contacto que con la gente del club. Pero en general, de lo que se ve en la calle y de lo que hemos hablado, la gente es de ir a su trabajo, termina y se va a su casa. En la calle no hay mucha gente y además casi todos los días son nublados. Si hay un poco de sol, ahí la gente se va a esquiar y se ve un poco más de movimiento.
¿Y la ciudad? ¿Cómo es Oulun?
Tiene alrededor de 200 mil habitantes y está rodeada de mar y ríos. Por ejemplo, acá a cinco cuadras hay una especie de costanera, parecida a la de Posadas pero más corta, que da al Mar Báltico. Una locura. Pero te vas ahora y no ves el mar porque está congelado, es todo hielo. En el verano me dicen que tenés 10 o 15 días con temperaturas que pueden llegar a los 30 grados, pero después el promedio es de 10 grados.
¿Y la comida?
Mirá, la carne vacuna es imposible de comprar, es carísima. El club nos paga la comida, pero tenemos un tope semanal. Y un kilo de carne cuesta por arriba de 16 o 18 euros, es decir, entre 3 mil y 4 mil pesos, así que nos arreglamos con cerdo o pollo.
Decime que toman mate…
(Se ríe) Sí, sí, con el profe nos trajimos una artillería de yerba mate, pero ojo, que acá también se consigue. Los jugadores argentinos del club tienen un lugar donde compran, pero está casi 10 euros el kilo, alrededor de 2.500 pesos.
Ahora sí, hablemos de fútbol… ¿Cómo es el club?
Bien, acá entrenamos en una suerte de domo o burbuja, una cancha totalmente cerrada. Recién este sábado, que están pronosticados 3 grados, vamos a trabajar al aire libre, siempre sobre pasto sintético, porque las pocas canchas que hay de césped natural están tapadas de nieve. Y en cuanto al plantel, acá hasta los jugadores de Primera trabajan. Es que tienen buenos sueldos, de 3 mil o 4 mil euros, entonces el fútbol es un complemento, no un medio de vida. Es gente de buena posición económica, tienen autos Mercedes Benz o BMW. Y es que los autos, en relación a los sueldos, acá son baratos. El seguro, eso sí, es carísimo.
¿Qué primer análisis pudiste hacer del fútbol finlandés?
Acá los equipos son muy prolijos, muy lineales. El fútbol es muy estructurado. El último domingo jugamos nuestro primer amistoso y nos sorprendimos gratamente porque pudimos romper esos sistemas, con diagonales a las espaldas del rival, con la subida de los laterales… Tenemos un par de jugadores sudamericanos que marcan la diferencia. Eso sí, el fútbol acá es duro, es un juego fuerte. No hay tanta gambeta, pero sí mucho pase. Se usa mucho la tenencia del balón. Y el jugador es muy obediente. Por ejemplo, acá todos ya un año antes reservan su lugar para ir a esquiar, porque todo es muy estructurado, muy ordenado. Y tenemos un juvenil de 16 años que se fue a esquiar con la familia, pero todos los días nos manda los trabajos y la cantidad de kilómetros que corrió.
¿Cómo les fue en ese primer amistoso?
El rival fue el KPB, de Segunda, que jugó con mayoría de suplentes. Y ganamos 9-2. Por eso es que estamos contentos porque, por más que sean suplentes, marcamos una diferencia ante un rival de la categoría superior. Nuestro club está en Tercera, hace 16 años llegó a estar en Primera, y ahora el objetivo es volver este año a la Segunda.
¿Cuándo arranca el torneo?
El torneo arranca el 30 de abril y termina el 4 de octubre. Se para en julio dos semanas. Son 11 equipos. Y como te digo, nos llama mucho la atención el orden: de acá hasta el arranque del torneo ya tenemos programados todos los entrenamientos y amistosos con fecha y hora. Acá es así, hasta el gimnasio ya tiene horario. Una locura.
Darío, un tema no menor… Europa está conmovida por el conflicto entre Rusia y Ucrania… ¿cómo se vive eso allá?
Es un tema que se siente mucho acá porque Finlandia tiene frontera con Rusia. Imaginate que, aunque estamos lejos de la zona de conflicto, la frontera con Rusia nos queda a poco más de una hora. Estamos al tanto y notamos que hay mucha gente de acá que tiene familiares en Rusia y viceversa. Por lo que escuchamos, mucha gente de allá se está viniendo acá a lo de sus familiares, porque dicen que allá van a decretar el estado de sitio. Y si bien no hay pánico, no existe una alarma general, sí es cierto que todo el mundo está hablando de eso. Existe una incertidumbre general sobre qué es lo que va a pasar, también porque Finlandia es parte de la Unión Europea y tenemos entendido que Putin amenazó con atacar la UE si se interpone en el conflicto. Es un tema muy difícil y esperamos que se solucione.
De regreso a lo cotidiano… ¿qué otras cosas te llamaron la atención de Finlandia?
Bueno, nos sorprendió por ejemplo el tren en el que viajamos de Helsinski a Oulun, iba a 200 kilómetros por hora, pero parecía que íbamos a 10. Y después, las paradas de colectivo, todas tienen un mapa y ves el colectivo cómo se va moviendo por la ciudad. También los baños, una limpieza absoluta, te dan ganas de quedarte a dormir (se ríe).
¿Se extraña Misiones?
Claro que sí, se extraña muchísimo. La familia, los amigos, mi hermano y compañero de trabajo Benigno Gómez. También siento el cariño que me manda toda la gente de allá. Se extraña mucho pasear por la costanera. Mirá que esto acá es muy lindo, pero nosotros tenemos una provincia hermosa. Siempre digo que quizás no nos damos cuenta, pero Misiones es hermosa. Hay que darle valor a eso.
Dos anécdotas en el camino
Darío agradeció las muestras de apoyo y recordó una anécdota en particular que vivió días atrás con un compañeros suyo de la escuela primaria.
“Con los chicos, este año cumplimos 50 años de nuestra colación. Y tengo un amigo, Roberto, que en el grupo de Whatsapp que tenemos con los compañeros, me sorprendió al subir un logo del Oulun. ¿Qué había pasado? Esa semana salió como el fan destacado del club. ‘Te sigo más que a mi señora’, me escribió”, contó con una sonrisa Labaroni a EL DEPORTIVO.
En otro tramo de la entrevista, entre tantas anécdotas que ya suma en Finlandia, el director técnico recordó que el último domingo, en el primer amistoso de su equipo, le presentaron al director deportivo de otro club de la región.
“Lo primero que me dijo cuando le dijeron que era argentino fue ‘Argentina, Maradona, Kempes’. Y después empezó a nombrar a Messi y a varios más”, contó Labaroni. Toda una experiencia para el entrenador del Oulun, que este año buscará el ascenso.