Años de lucha feminista, lograron que la sociedad reconozca que la mujer puede ir más allá de los trabajos “blandos”, incursionando también aquellos que requieren esfuerzo físico, manipulando grandes maquinarias. Un fiel ejemplo de eso es la misionera Belén Veidoski que hizo del manejo de camiones y colectivos de larga distancia, su pasión y trabajo. “Amo mi trabajo” fue una de las cosas que dejó más en claro, la mujer de 41 años oriunda de General Urquiza.
En cuanto a cómo una mujer terminó dedicándose a este rubro, muy inusual para algunas personas, Belén explicó, “me adentré en esta actividad desde muy joven, aprendí de mi exmarido, padre de mis hijos, que hasta el día de hoy es camionero, y me di cuenta que me gustaba mucho, encima tenía la facilidad, aprendí rapidísimo”.
Fue así que esta misionera comenzó viajando como segunda chofer, luego de habilitar los permisos correspondientes, “así aprendí a manejar vehículos de gran porte”.
Con el pasar de los años, ya separada, pensó “yo lo único que tenía era mi secundario, no pude tener una profesión y ya que me gusta manejar y viajar, me decidí, me habilité nuevamente los permisos que llevaron mucho tiempo y sacrificio, y me armé un currículum y empecé a entregar en las empresas de transporte a larga distancia”.
Si bien explicó que no la convocaron enseguida, mientras tanto condujo camiones para una empresa brasilera, con la cual llegó a hacer viajes desde San Pablo hasta Chile y Perú.
Actualmente desde hace más de dos años, Belén conduce colectivos de larga distancia para una reconocida empresa misionera, “a pesar que cuando inicié tenía miedo al rechazo de la gente y hasta de mis compañeros, me encontré con que me trataron muy bien y me enseñaron, nunca nadie me dijo que no podía, de hecho, me alentaron y hoy somos cuatro mujeres conduciendo en esa empresa”, afirmó.
En ese contexto reveló una anécdota de sus tantas anécdotas, “los pasajeros todo el tiempo se sorprenden, asumen que yo soy la azafata del cole cuando estoy cortando el boleto, una vez un señor se acercó a mi compañero y le felicitó por el viaje largo y por aguantar tantas horas manejando, y yo estaba alado a lo que simplemente nos miramos y nos reímos”.
Finalmente, en el marco del día de la mujer, Belén dejó un mensaje a las demás mujeres que están por decidir qué camino tomar, “nos podemos dedicar a lo que sea, es sólo voluntad, ya no hay trabajo que no podamos hacer, es cuestión de animarse y no se van a arrepentir”, finalizó con optimismo.