![](https://www.primeraedicion.com.ar/wp-content/uploads/2021/12/soja.jpg)
El Gobierno provincial decidió aplicar más medidas en un intento por evitar la evasión y elusión de las cargas de soja proveniente de otras provincias, la mayoría con la intención de cruzar de contrabando al Brasil. Ahora, también para subir recaudación, decidió incrementar la alícuota del Impuesto sobre los Ingresos Brutos y exigir una nueva documentación con la que se pueda deducir la trazabilidad de la carga: su origen, el transportista, el propietario y el destino.
Lamentablemente, más que una contravensión, no avanzan causas judiciales ni se conocen casos donde haya sentencias por un delito mayor. Es más, hasta se devuelven las cargas una vez que se pagan las multas correspondientes y, luego, poco y nada se sabe sobre el destino final de aquellos que en algún momento estuvo secuestrado por el presunto contrabando.
Será por ello que la red de funcionamiento incluye a “servidores públicos”, de los cuales unos pocos son conocidos por el accionar del Estado.
A través de la Resolución Nº 139/22 del Ministerio de Hacienda misionero, publicada ayer en el Boletín Oficial, se determinó específicamente para la venta al por mayor de soja una alícuota del impuesto a los ingresos brutos de 5% y para el acopio, acondicionamiento y venta al por mayor en comisión o consignación, de 12%.
El Gobierno justificó la medida en el “riesgo tributario que representa el ingreso de soja a Misiones, proveniente de otras provincias, producto de las numerosas irregularidades detectadas en los procedimientos realizados sobre este producto por la Agencia Tributaria”.
Se aclaró, en este sentido, que el incremento no afectará a las demás oleaginosas, como trigo o maíz, cuyo tratamiento tributario continuará siendo el vigente y que no colisiona con los compromisos asumidos por la Provincia con la Nación en el marco del Consenso Fiscal 2021, donde hubo un compromiso de no elevar los impuestos más allá de un tope máximo.
Desde el Ministerio de Hacienda aseguraron que “la medida tampoco tendrá impacto económico en la canasta básica alimentaria de los ciudadanos ni en los insumos necesarios para la producción local ya que no implica una suba de la carga impositiva de ninguna actividad comercial, productiva y turística en la Provincia”.
Se llegó a esta decisión luego de corroborar permanentes irregularidades, tanto en la documentación vinculada al transporte de la mercadería como en la registración y demás deberes tributarios de los que se declaran propietarios, haciendo engorrosa la determinación de las obligaciones fiscales y el control de la regularidad de la actividad.
Sostuvo el Gobierno que “esta circunstancia atenta contra toda la actividad económica de la Provincia y somete a una competencia desleal a los contribuyentes misioneros que se inscriben debidamente y tributan en tiempo y forma cumpliendo con las normativas vigentes”.
Por eso la Provincia, a través del Ministerio de Hacienda y de la ATM, “continuará concentrando esfuerzos para profundizar el contralor y encarar modificaciones a la normativa reglamentaria que posibiliten controlar con más eficiencia la evasión y elusión fiscal existente en el sector, brindando mayor seguridad y garantizando la competencia leal en los intercambios comerciales que se realicen en la Provincia”.
Trazabilidad de la soja
Además, el incremento de los IIBB se complementa con la Resolución publicada el 9 de febrero en el Boletín Oficial de la Provincia mediante la cual se exige el Formulario SF150/A a todo el traslado de granos. Mediante este formulario lo que se pretende es lograr una trazabilidad con todos los datos de la carga, del transportista, su punto de origen y el nombre de quién recibe el producto en Misiones.
De esta manera Rentas quiere evitar que se ocupen nombres “prestados” o se realicen compras a nombre de terceros.
Los fundamentos de la resolución afirman que “se pretende con esta modificación alcanzar un desarrollo económico igualitario para todos los eslabones de la actividad productiva y comercial”.
Asimismo, se enmarca en lo dispuesto por el Artículo 71 de la Constitución de la Provincia que establece que el régimen tributario se estructurará “sobre las bases de la función económicosocial de los impuestos y contribuciones. La igualdad, proporcionalidad y progresividad constituyen la base de los impuestos y de las cargas públicas”.
Lo que va y lo que viene por el río
Además de la soja, en el mundo del comercio ilegal fronterizo del Alto Uruguay se pueden encontrar otros “nichos” que llaman menos la atención y que vienen funcionado hace décadas. Según averiguaciones de PRIMERA EDICIÓN en El Soberbio, San Pedro, Panambí, Aurora, entre otros lugares, lo otro que va hacia Brasil en gran cantidad son bebidas: vinos, champagne, cerveza, energizantes, whisky. Y ultimamente combustibles y gas.
También productos de higiene personal, cosmética y farmacia como desodorantes, cremas faciales y corporales, shampoo, que en el Brasil son más costosos.
Lo que viene desde Brasil: muebles, alimentos, pollo, arroz. Si se pasa por los supermercados de El Soberbio, se puede ver que tienen cosas de Brasil. Hay algunos mercaderes de la zona que traen con el auto o camioneta, recorren las colonias distribuyendo mercaderías y gaseosas de Brasil para la reventa.
“Los productos de electrónica, informática y muebles son más económicos y de mejor calidad”, reconocieron varios en la zona.
Los zapatos son otro de los grandes nichos. Hasta en Posadas se encuentran locales repletos de marcas brasileñas. “Hay distribuidores mayoristas en el barrio Unión, cerca del río, que revenden a toda la provincia. Lo mismo pasa con juguetes, mates, que venden por Internet. Hay fábricas de sillones y traen la tela todo de Brasil”, explicó un “chivero” (contrabandista) consultado.