Una vez que sabes, entras en otra dinámica; sabes que eres el observador en este campo de infinitas posibilidades y que debes elegir la mejor para ti. La vida se vuelve sencilla y fluyes junto con ella.
Cada vez que se te presenten decisiones entras a ese campo de forma consciente y le dices al genio de la lámpara: “Toma la decisión más acertada. Yo quiero paz, armonía, y que estén todos bien”.
Es sencillo, pero primero tienes que borrar las memorias de miedo que te hacen querer controlar, criticar y juzgar a los otros. Si sientes ira hacia otra persona, no estás fluyendo con la vida. Lo más importante que tienes que hacer es entrar en este fluir sin resistir ni apegarte a cosas materiales, lugares o seres.
Si tomas decisiones en base a miedos o apegos, perderás la salud, la alegría, la armonía, la paz y el amor de los seres que están alrededor tuyo, porque nadie querrá estar contigo.
¿Qué es mejor, estar unido a una casa por miedo a perderla o la alegría, el amor y la paz?
Es momento de salir y soltar. Es momento de desapegarte y liberar toda esta energía atascada que hace que te destruyas.
Centra tu atención en cosas más importantes que esos objetos. Es mejor perder cosas materiales que perder la dignidad, el respeto, la salud y el amor de los demás hacia ti. Lo único que tienes que hacer es utilizar herramientas cuánticas para evitar la resistencia, porque la vida nos pone a prueba y se nos van a presentar muchos apegos.
Se nos presentarán situaciones para tomar decisiones y si están tomadas desde el odio y el miedo a perderlo acabarás odiándolo y perdiéndolo todo.