“Yo soy Joaquín Messi, jugador de Newell’s, y me toca jugar con la camiseta 10″. Imposible pasar inadvertido para este mediocampista ofensivo de 19 años, que ingresó a los 10 minutos del segundo tiempo por Lisandro Polo en la derrota de la “Lepra” por 1 a 0 ante Guaraní, en su duelo presentación en la Copa Libertadores Sub 20 que se disputa en Quito (Ecuador).
En efecto, el elenco que integra el Grupo C de la competencia (que completan Orense y Universidad de Concepción) tiene un apellido que impacta por un cúmulo de coincidencias ineludibles con el otro Messi, Lionel, el astro del PSG, también surgido en NOB (cuadro del que es hincha) y entronizado con el dorsal 10.
A Joaquín, oriundo de Coronel Arnold, pueblo cerca de Rosario, la estampita lo persigue desde que la “Pulga” explotó y se convirtió en leyenda. “Me inicié en el baby de Newell’s a los 8 años. Hice todas las Inferiores. Estoy en el último año de Cuarta División. Cuando llegué todos me preguntaban si tenía algún parentesco. Es una casualidad”.
“Por ejemplo, en mi pueblo, hay tres familias con el apellido Messi, es natural, en todo el mundo coinciden apellidos y a mí me tocó coincidir con él. Y yo soy jugador de fútbol”, le explicó a las redes de la Copa Libertadores.
“Me relacionan más todavía porque empecé en Newell’s igual que él y me toca usar la 10. Jugar con él en Newell’s sería un sueño, lo máximo. ¿Si le daría la 10? La 10 que la use él, a mí que me den cualquier número. ¿La 30 que tiene en el PSG? No me metan esa presión”, bromeó Joaquín.
“Mi ídolo desde chiquito siempre fue Messi y obviamente me gustaría seguir sus pasos. Cuando antes jugaba a la PlayStation siempre elegía al Barcelona por él”, contó a Infobae en octubre de 2016.
Empezó a tomarle el gusto al balón a los 4 años, justo cuando Lionel dio sus primeros pasos en el Club Grandoli. A los 7, lo llevaron a una prueba en el predio Malvinas Argentinas de Newell’s, sitio en el que la ex estrella culé empezó a dibujar gambetas, antes de emigrar a España.
Jorge López, técnico que lo tuvo en sus manos en Novena, lo definió: “Posee una lectura rápida del juego, pase fácil y final. Va de menor a mayor y puede jugar como interno porque maneja bien los dos perfiles”.
Fuente:infobae.com