Siempre es muy agradable dedicarse a los pies una vez a la semana por lo menos y no acordarse de ellos en el verano. Seguramente después de usar durante varios meses calzados cerrados, las durezas habrán aflorado en los talones.
Así como cuidas tu cara y cabellos corresponde que cuides y tengas los pies sanos y correctos así no tendrás durezas en los talones y en los laterales.
La piel se endurece por falta de hidratación, roces y la presión que ejercen algunos zapatos en nuestros pies.
Como siempre te doy tips para que puedas solucionar este problema de manera casera.
Sumerge los pies en agua tibia con jugo de limón y sal durante 15 minutos. El limón repara la piel dañada, ablanda impurezas y ayuda a la eliminación de células muertas. Además es un potente blanqueador; la sal relaja.
Pasar el limón por todo el pie y luego dejar el limón cortado por la mitad encada talón envuelto en film osmótico durante 30 minutos.
Procede a enjuagarlos con agua tibia y con una lima especial para pies pasar suavemente por la zona. Una crema hidratante con 3 gotitas de aceite de coco o de almendras completará el tratamiento.
Si la dureza persiste no alcanzará con hacértelo una sola vez sino una vez a la semana y repetirlo hasta que se ablanden las durezas.
Otra alternativa: una cucharadita de miel más una de aceite de coco, mezclar en un recipiente de vidrio y luego aplicar con una espátula o con un pincel en los talones. Un film de cocina te ayudará a mantener esa máscara en todo el pie durante toda la noche, mejor aún si te colocás además una media. El aceite de coco tiene propiedades hidratantes de allí la importancia de usarlo.
De esta manera te enseño a que realices una hidratación express, sencilla y muy fácil de realizar en tu casa.
A su vez una masofilaxia partiendo de la planta hacia arriba te resultará muy agradable y relajante.
No llegues al estado de sequedad severa ni agrietamiento. En caso de que esto persista, la solución te dará el podólogo o recurre a un dermatólogo.