Hacer todo lo que esté a su alcance para que el tío al que acusan de haber abusado de un grupo de hermanas y primas permanezca detenido, movilizó ayer a un nutrido grupo de personas entre las que se encontraban algunas de las víctimas. Otro motor de la marcha fue el temor a que el hombre sea excarcelado y busque vengarse.
El acusado de 51 años permanece alojado en la Comisaría Novena y hasta allí llegó la manifestación que partió del barrio Prosol II con pancartas en reclamo de justicia contra el albañil al que sus sobrinas lo denunciaron por haber abusado de ellas desde temprana edad, en base a amenazas.
Una de las denunciantes, habló con PRIMERA EDICIÓN y expresó la imperiosa necesidad que el hombre permanezca tras las rejas.
“Nosotros hacemos la marcha pidiendo que no lo liberan. Somos 15 las víctimas y 7 denunciantes. A las demás las estamos llamando como testigos, porque sabemos que tienen miedo, todas tenemos miedo”, expresó.
“En mi casa somos 4 hermanas las que denunciamos, que sufrimos abuso sexual con acceso carnal. Vivimos con mi madre y tenemos temor que si le dan la excarcelación él vaya a tomar represalia. Es una persona violenta y consume alcohol. Sabemos que apuñaló a un policía. Qué nos queda entonces a nosotras”, dijo entre sollozos.
“Nos arruinó la vida a todas, a cuántas niñas, adolescentes. Desde que teníamos 12 años empezaba con los abusos. Los manoseos desde que teníamos 7. Es una locura, es aberrante. A mis primas, cuando vivían en Buenos Aires era terrorífico lo que les hacía. Una quedó con daños irreversibles de tantos golpes en la cabeza que recibía. Todas callamos porque pensábamos que éramos las únicas. Que si no hablábamos estábamos salvando a la más chica. La misma amenaza se la hacía a todas y al final a todas terminó abusando. Tenemos miedo, pedimos por favor que no lo liberen. Si él sale nos va matar. Porque somos todas mujeres, conoce nuestros horarios, es nuestro tío. Sabe todo sobre nosotros”, relató angustiada.
Contó que ya fueron a declarar ante el Juzgado de Instrucción 1 ahora esperan turno para que las menores declaren en Cámara Gesell. “Están muy afectadas psicológicamente. Las niñas no duermen a la noche. Escuchan ruidos y saltan de la cama. No podemos dejarlas solas. Nos turnamos con mi mamá para salir a trabajar. Así estamos. Nos cagó la vida a todos”.
Se mostró conforme con la respuesta que recibió de la policía y de la Justicia. “Cuando hicimos la denuncia todos actuaron muy rápido. Al otro día él fue a buscarnos a mi casa, llamamos al 911 y en 10 minutos llegaron y lo detuvieron. No tenemos ninguna queja, pero no queremos que le den la excarcelación. Queremos que se haga visible porque sabemos que hay más víctimas. Queremos que sepan que estamos todas juntas. No nos vamos a soltar las manos y vamos a luchar hasta que se haga justicia”, cerró.