La situación en la localidad de Santa Rita seguía muy complicada ayer por la falta de lluvias que termina impactando en el nivel del lago donde está ubicada la toma de agua de la cooperativa (CAUL) que tiene a su cargo el servicio de agua potable. Los bomberos voluntarios colaboran cargando y distribuyendo agua para los vecinos, como desde el inicio del año, pero no dan abasto.
Cuatro días de intenso trabajo llevaban ayer los operarios de la cooperativa encargada de la provisión del servicio de agua potable en Santa Rita, utilizando tres retroexcavadoras para quitar el sedimento que se va acumulando en el lecho del lago y de esa manera conseguir mejorar la extracción del agua.
Desde la CAUL informaron que el objetivo de las tareas es “despejar el sedimento acumulado, para eso comenzamos el martes por la tarde con dos retroexcavadoras y el jueves se le sumó una más con el fin de agilizar el trabajo”. Una vez concluida la limpieza se procedió a iniciar el llenado del embalse, con el agua que desciende de la cuenca que alimenta al mismo, lo que llevaría unos tres o cuatro días.
El gerente de la CAUL, Fernando Da Silva, explicó que “por ahora es imposible el bombeo desde el embalse” y agregó que una forma de paliar la situación es “conseguir más camiones cisternas para poder agilizar el acarreo de agua, pero es difícil porque en los municipios cercanos están siendo utilizados para acercar agua a los colonos o bien colaborar con los cuerpos de bomberos que están combatiendo incendios”.