El 20 de enero de 1942, en el distrito de Wannsee, en Berlín, se reunieron los oficiales del alto mando de la Alemania nazi para decidir los pasos a seguir en la política de segregación de los judíos.
En dicho encuentro, encabezado por Reinhard Heydrich, se decidió el exterminio a través del traslado en tren de los judíos confinados en guetos hacia campos de concentración.
La logística de la llamada “solución final”, que proponía la muerte masiva de estos judíos en cámaras de gas, fue confiada a un oficial de la Gestapo: Adolf Eichmann.
Lo acordado en la Conferencia de Wannsee le costó la vida a seis millones de personas.
La aldea de Wannsee se convirtió posteriormente en un centro para la memoria del Holocausto.