El Año Nuevo es una celebración que se vive en el “mundo humano”, tu perro no tiene forma de enterarse que se avecinaban las fiestas con todos sus cambios. Tratarás a tu perro de forma descuidada si no consideras sus necesidades.
Debes facilitar su adaptación a situaciones nuevas como la decoración o cambios de rutinas y horarios. Visitas nuevas, exceso de compañía, luces y sonidos nuevos, nuestro propio estado emocional cambia en estas fechas y ellos lo perciben. Es necesario conservar sus rutinas, respetando, en lo posible, sus horarios de descanso, comidas y paseos.
Si vas a celebrar a otra casa, incluir a tu perro en tus planes puede perjudicar su seguridad y bienestar. Lo mejor será dejarlo en casa con la luz encendida, la radio, la TV, su espacio conocido y seguro donde descansar y esperarte tranquilo. A tu regreso compénsale con un paseíto evitando zonas muy concurridas y ruidosas.
No uses pirotecnia en tus celebraciones. Si ves a tu perro asustado y nervioso, acércate a él, acaricialo y hacé que se sienta seguro. No caigas en la tentación de corregir a tu perro ignorándolo o retándolo para no reforzar su conducta de miedo. El miedo es una emoción, no una conducta y como tal, no se puede reforzar.
Te invito a reflexionar sobre los cambios que se producen en estas fechas ya que no todos los perros los gestionan de igual manera.
¡Qué sea un feliz Año Nuevo para todos!