Gabriela Schirmer pasó toda su infancia arriba del camión de su papá Luis. Se entristecía cuando se iba de viaje y aguardaba con ansiedad su vuelta para seguir disfrutando de su lugar de juegos. Con el correr de los años se hizo una promesa: llegar a su casamiento en el querido camión de su papá. El domingo lo cumplió.
Esta particular historia tuvo lugar en Posadas. Es que Gabriela finalmente dio el “sí” en la Catedral San José, en pleno centro de Posadas, y el mismo día que cumplió sus 30 años. Pero lo más llamativo para los eventuales peatones que pasaron por allí fue el camión Volvo de Luis, decorado para la ocasión y estacionado en la puerta del templo.
“Ella me avisó dos días antes ‘llevame con el camión’, yo le pregunté dónde y me dijo ‘tenés que llevarme al frente de la Catedral’. Ella habló con la gente de la Municipalidad de Posadas porque no sabíamos si podíamos entrar hasta ahí. Bajamos ahí (frente a la Catedral), se hizo la misa, después saqué el camión, fuimos a la costanera, dimos una vuelta y volvimos al hotel”, contó Luis, quien trabajó de camionero toda su vida.
Contó además que Gabriela lo hizo en agradecimiento a él, quien la ayudó en sus estudios y para que se pueda recibir de abogada y escribana. “Fue un sacrificio de toda la familia. No tengo palabras para agradecerle todo lo que hizo por nosotros”, contó emocionado Luis.
Tras el aviso de su hija, Luis contó que durante toda la previa y el momento del casamiento “fue una emoción muy grande, quedé sin palabras”, dijo a FM Santa María de las Misiones.
Asimismo, Luis explicó que el paso por el centro de Posadas, donde todos los días es una travesía, no fue dificultoso. “Fue una excepción de la Municipalidad, un muchacho nos indicaba por dónde teníamos que entrar. No es tan grande el camión, es un Volvo, corto. Toda la vida manejé así que no hubo inconvenientes”.
Su lugar en el mundo
“Yo viajaba de camionero por todo el país. Ella y su hermano más chico se criaron juntos en el camión, cuando eran chiquitos los llevaba por todos lados. Cuando empezaron la escuela empecé a viajar solo”.
“Los cumpleaños a veces estaba y a veces no. Muchas veces los fines de años, mis cumpleaños y los cumpleaños de ellos también pasé solo en la ruta. Cuando uno trabaja con flete no puede decir ‘yo mañana me quedo’. Uno tiene que viajar”, expresó.
Por otra parte, Luis se ofreció a prestar el mismo “servicio” de traslado en camión a los que lo contacten. “Si alguna persona quiere y si yo puedo y estoy no tengo ningún problema, dijo.