Más de 7 000 vuelos fueron cancelados en todo el mundo por las compañías aéreas durante el fin de semana largo de Navidad debido a la progresión meteórica de la variante Ómicron de la COVID-19, que está afectando en particular a las tripulaciones de los aviones.
Europa es actualmente la región con más casos, con 3 022 868 en los últimos siete días, el 57% del total mundial, así como con la mayor cantidad de muertes, seguida por Estados Unidos y Canadá (1 421 516 nuevos contagios).
Según el último informe del sitio web Flightaware, hubo cerca de 2 000 cancelaciones de vuelos el domingo, de los cuales más de 570 fueron viajes relacionados con Estados Unidos, ya sean internacionales o internos.
El sábado, el mismo sitio había identificado cerca de 2 800 cancelaciones de vuelos, 970 de ellos relacionados con Estados Unidos.
El viernes las cancelaciones rondaron las 2 400 y los retrasos se acercaron a 11 000, de acuerdo con Flightaware. Numerosas compañías debieron poner en cuarentena a pilotos, asistentes de vuelo y otros miembros del personal que se vieron expuestos al covid. Por ese motivo Lufthansa, Delta y United Airlines debieron cancelar vuelos.
Además, según Flightaware, United Airlines anuló 439 vuelos el viernes y el sábado, alrededor del 10% de los programados.
“El pico de casos de ómicron en todo el país esta semana ha tenido un impacto directo en nuestras tripulaciones y las personas que dirigen nuestras operaciones”, explicó la compañía estadounidense, que dijo que está trabajando para encontrar soluciones para los pasajeros afectados.
Delta Air Lines también canceló más de 300 vuelos el sábado y 170 el día anterior, nuevamente según Flightaware, que menciona a ómicron como causa principal de las anulaciones, y, ocasionalmente, a las condiciones climáticas adversas.
“Los equipos de Delta han agotado todas las opciones y recursos” antes de llegar a estas cancelaciones, argumentó la aerolínea.
También se cancelaron más de diez vuelos de Alaska Airlines, cuyos empleados dijeron haber estado “potencialmente expuestos al virus” y anunciaron su decisión de ponerse por sí mismos en cuarentena.
Las condiciones climáticas contribuyeron a las supresiones de vuelos. En el oeste de Estados Unidos, se pronosticaron tormentas de nieve y fuertes caídas de las temperaturas, complicando aún más una situación ya caótica.
Condiciones “traicioneras”
La Asociación Americana del Automóvil estimó que más de 109 millones de estadounidenses viajarían en avión, tren o automóvil entre el 23 de diciembre y el 2 de enero, un aumento del 34% respecto al año pasado. Pero la mayoría de esos planes se hicieron antes de la detección de Omicron, que se ha convertido en la cepa dominante en Estados Unidos, abrumando a los hospitales y al personal sanitario.
El estado de Nueva York informó el viernes de un récord de 44.431 nuevas pruebas diarias positivas de Covid, mientras los nuevos casos aumentaban en todo el país.
Mientras las temperaturas inusualmente cálidas bañaban los estados del este, el Servicio Meteorológico Nacional anunciaba avisos de tormenta invernal, incluyendo una profunda congelación, para partes significativas del oeste.
“Las condiciones anómalas de frío y un aluvión de humedad del Pacífico dan lugar a periodos prolongados de nieve en las montañas y de lluvia en la costa y en los valles, algunas de las cuales pueden caer con fuerza en ocasiones”, dijo el NWS.
Se prevé que este fin de semana caigan entre 61 y 122 centímetros de nieve en las montañas de la Sierra y en el estado de Oregón. Los viajes serán “traicioneros a veces imposibles” desde las Sierras a las Montañas Rocosas centrales en el fin de semana debido a las condiciones de nieve blanca, dijo el NWS.
Luz de esperanza
Los expertos afirman que cuánto más rápido sube una ola, antes alcanza el pico y baja más rápido. Sostienen que cuando la curva sube muy rápido es porque se contagia mucha gente que se expone y en poco tiempo ya no hay muchas más personas que contagiar. Coinciden en que este marcado crecimiento de infecciones no puede continuar para siempre.
En Sudáfrica, en donde se descubrió el primer caso de Ómicron, está bajando con la misma velocidad con la que subió. Cerca del 20 de noviembre, los casos comenzaron a ascender bruscamente hasta alcanzar el pico, el 17 de diciembre. A partir de allí comenzó a bajar de una manera notoria.
Dinamarca, por su parte, es el segundo país con más casos de Ómicron por detrás del Reino Unido. A partir del 5 de diciembre, con el probable arribo de Ómicron al país, empezó a crecer casi de forma vertical. En apenas 15 días alcanzaba el pico y comenzaba el descenso de casos.