El Gobierno neerlandés declaró este sábado, tras una reunión de emergencia por el avance de la variante ómicron, un confinamiento estricto en Países Bajos que entra en vigor este domingo y se mantiene hasta el 14 de enero, por el que cierra de toda la actividad no esencial, pero también los colegios y universidades.
“Estoy aquí esta noche con un estado de ánimo sombrío. Para resumirlo en una frase, Holanda volverá al confinamiento a partir de mañana“, dijo el primer ministro en funciones, Mark Rutte, en una conferencia de prensa televisada. La medida regirá hasta el 14 de enero, precisó.
Agregó que se trataba de una medida “inevitable debido a la quinta ola causada por la variante Ómicron que se está acercando”.
Desde La Haya, Rutte explicó que solo permanecerán abiertas las tiendas imprescindibles, como supermercados, farmacias, gasolineras y los servicios mínimos, pero todo lo demás, incluidos comercios, restaurantes, cines, teatros o gimnasios, deberán cerrar sus puertas casi un mes.
Además, se permitirá un máximo de dos invitados por hogar al día, pero habrá una excepción de cuatro visitantes por casa durante Nochebuena, Navidad y San Esteban (26 de diciembre) y Nochevieja.
El sábado, Francia también anunció restricciones de cara a las fiestas por el avance de las infecciones de COVID-19. El primer ministro, Jean Castex, anunció que en Año Nuevo no estarán permitidos los fuegos artificiales ni las reuniones en la vía pública.
“Estarán prohibidas las reuniones, el consumo de alcohol en la vía pública e invitaremos a los municipios a renunciar a los fuegos artificiales”, detalló. “Cuantos menos seamos, menos riesgos correremos”, explicó.
Además, Francia obligará a los sanitarios y a los bomberos a que se apliquen la dosis de refuerzo de la vacuna contra el COVID-19 para evitar que se generalicen focos de contagios que ya están apareciendo en algunos hospitales y que eso provoque carencias de personal para atender a los pacientes.
Fuente: Medios Digitales