A esta altura del año la mayoría de las personas se sienten agotadas por las diversas actividades que vienen haciendo, aún así no pierden la esperanza de lograr las metas. Si bien puedes considerar realizarlas en el plazo acordado, sean seis meses o tal vez un año depende lo que quieras lograr, el hecho de no concretarlas no significa que tienes que renunciar a ellas y verlas de un modo distinto para no caer en la frustración.
Para no desanimarse con el panorama actual es bueno recurrir al punto de inicio y preguntarse ¿Cuál es el motivo? ¿Qué te mueve a realizar las acciones para lograr lo propuesto?, recordar te vuelve a conectar con tu sueño.
Es importante no alejarse de las cosas que quieres porque es como el fuego que va disminuyendo si no le agregas leña y un poco de viento, esto te puede sonar como metáfora, pero hay similitud para llegar a la meta, cada día hay que ponerle el condimento especial “la pasión” en conjunto con el esfuerzo extra. Tenemos que reconocer que el mundo ha cambiado y las formas de hacer las cosas también, entonces es importante enfocarse cada día en simultáneo con la pasión por lo que hacés y que te muevas en esa dirección a tu propósito.
Es muy probable que si realizas algunos cambios o ajustes en tus planes, incluso siendo más flexible contigo mismo pero a la ves proactivo, no sentirás el cansancio y la frustración porque estás seguro si no llegas en el plazo pactado sabes que vas con pasos firmes y llegas el año próximo o antes incluso.
La actitud es fundamental, te ayuda a seguir trabajando y haciendo el esfuerzo extra por tus metas, en el trayecto diario te haces más consciente que puedes hacerlo sin importar la época del año.