El Banco Central prohibió a las tarjetas de crédito vender pasajes, hoteles o cualquier otro servicio turístico en el extranjero en cuotas, según una determinación tomada hoy por el directorio de la entidad. Por tal motivo, todos los servicios contratados con el exterior que se paguen con tarjeta de crédito deberán ser saldados en un único pago o financiados con la tasa del 43% fijada para el “pago mínimo” de los resúmenes.
La resolución prohíbe la aplicación de cuotas para el pago de servicios turísticos tanto a las emisoras de tarjetas en forma directa como a través de plataformas de viajes, según lo establecido por la comunicación A7407 de la entidad.
“Establecer con vigencia a partir del 26.11.21, que las entidades financieras y no financieras emisoras de tarjetas de crédito no deberán financiar en cuotas las compras efectuadas mediante tarjetas de crédito de sus clientes –personas humanas y jurídicas- de pasajes al exterior y demás servicios turísticos en el exterior (tales como alojamiento, alquiler de auto, etc.). ya sea realizadas en forma directa con el prestador del servicio o indirecta, a través de agencia de viajes y/o turismo, plataformas web u otros intermediarios”, señaló la norma del Central conocida hoy.
Alerta: las reservas del BCRA “no alcanzan”
Los problemas cambiarios son cada vez más complejos, algo que se refleja en un cepo cada vez más estricto. “El nivel de reservas internacionales netas roza mínimos preocupantes. Su panorama no es alentador”, advierte Iván Cachanosky, economista de la Fundación Libertad y Progreso.
De acuerdo la cifra que informa el propio BCRA, el organismo monetario dispone de aproximadamente u$s43.000 millones de reservas totales.
“Sin embargo, casi el 84% de ese monto no pertenecen al Banco Central. Por un lado, están los depósitos en dólares de los privados por un monto que ronda los casi u$s12.000 millones. Por otra parte, hay poco más de u$s20.000 millones correspondientes al swap con China”, alerta Cachanosky.
En resumen, según este experto, en total las reservas están compuestas de la siguiente manera:
• Depósitos de privados: u$s12.000 millones.
• Swap con China: u$s20.000 millones.
• Otros organismos internacionales (principalmente el BIS): u$s3.150 millones.
• Contrapartida contra el Tesoro por alrededor de u$s500 millones.
Al restar estos ítems a las reservas totales, surgen las reservas netas que cuenta el organismo para intervenir en el mercado.
“Así, las Reservas Internacionales Netas (RIN) se encuentran en torno a los u$s7.000 millones, pero la situación es más preocupante aún. Es que no significa que esta cantidad sean dólares de rápida disponibilidad, ya que dentro de esta cifra se encuentran casi u$s3.500 millones en oro y otros u$s2.800 millones en DEGs (Derechos Especiales de Giro)”, detalla Cachanosky.
Por lo tanto, descontando estos dos conceptos, sostiene que las reservas líquidas y de rápida disponibilidad son de “tan sólo” u$s800 millones.
“Está más que claro que ante una emergencia cambiaria, no hay margen para maniobrar con tan pocos dólares”, alerta este economista.
De acuerdo a la opinión de Pablo Repetto, director de la consultora GRA de Gabriel Rubinstein, las reservas netas líquidas (incluyendo los DEGs que se usan para pagos, pero excluyendo el oro), “al ritmo que vienen cayendo desde principios de septiembre, alcanzan para llegar con lo justo a la semana previa a las elecciones”.
Por lo tanto, desde ahí en adelante, si continuara la caída de reservas netas, “será contra la posición de oro o contra los encajes de los depósitos en dólares”, subraya.
Atrás quedó el recuerdo que, hacia mediados de septiembre, las reservas netas habían escalado a los u$s10.000 millones. Cifra que se esfumó rápido porque ese mes hubo que abonarle al FMI una cuota del pago de la deuda, por lo que se redujeron al nivel mencionado de u$s7.000 millones.
Fuente: iprofesional.com e infobae.com