Ante el complejo contexto de faltante de envases de vidrio en general, la mayoría de las bodegas tratan de preservarlos para los vinos de mayor gama, que dejan más rentabilidad, y mientras tanto evalúan cómo resolver el problema implementando algunos cambios en los de menor gama.
Aunque pareciera que la opción del reciclado podría funcionar, en los hechos, los aportes son realmente mínimos.
Es porque resulta extremadamente cara ya que, para ser reutilizadas, las botellas requieren un complejo sistema de sanitización. Así lo había explicado a Radio República, el director General del GIRSU de la Municipalidad de Posadas, Héctor Cardozo.
“En pocos materiales se nota tanto el costo ambiental como en el vidrio. Las empresas que fabrican vidrio están cerca de los yacimientos de arena, lo cual lleva el valor de la materia prima a costo cero, ya que sólo se paga por extraerla, entonces los valores más altos son de energía. Por lo tanto, la energía que se usa para reciclar o generar el nuevo vidrio es el mismo”, apuntó.
Con ese panorama, para llevar botellas desde Misiones para reciclarlas a Buenos Aires, el costo de logística es insostenible. Añadió Cardozo: “El vidrio que se recolecta en Posadas se podría vender a dos pesos por kilo. Con un camión de vidrio se podría obtener 56 mil pesos, pero el flete para llevarlo cuesta 150 mil pesos. Nosotros estaríamos gastando un montón para mandar el producto que en números concretos a la empresa no le sirve de nada”.