Mientras investigadores de la Unidad Regional XII intentan establecer hipótesis en torno a la literal ejecución en la vía pública a la que fue sometido el comerciante misionero Rafael Antúnez de Olivera, los resultados de la autopsia ratificaron los primeros datos surgidos el jueves, poco después de las 20, que fue asesinado de tres certeros disparos en la cabeza y que uno de ellos le atravesó el cráneo.
El crimen teñido de ajuste de cuentas mafioso, es investigado por el juez de Instrucción de San Pedro, Ariel Belda Palomar, quien aguarda los avances de las pesquisas. Hasta anoche primaba la incertidumbre y se analizaban registros de cámaras de seguridad de varios puntos de la localidad fronteriza con Dionísio Cerqueira, Brasil.
Testigos que alcanzaron a oír los disparos en el semáforo del cruce de la avenida Andrés Guacurarí y calle Independencia, aportaron que haber visto a un motociclista con el casco puesto en plena huida.
Según lo publicado ayer por PRIMERA EDICIÓN, el asesino se puso a la par de la camioneta Chevrolet Montana de Antúnez de Olivera y abrió fuego directamente a la cabeza.
La víctima fatal estaba acompañado por un adolescente de 13 años, cuyo vínculo parental no se adelantó ya que se convirtió en testigo clave del homicidio. Ambos retornaban de jugar al fútbol y Antúnez De Olivera acercaba al menor a su hogar.
Lo que no remite a dudas es que Antúnez De Olivera perdió la vida en el acto. De inmediato se alertó a la comisaría local y se presentaron las primeras patrullas, para confirmar el óbito pero también para poner a resguardo la integridad del menor. Luego intervinieron efectivos de Policía Científica de la Unidad Regional XII para tomar posibles huellas y rastros de los protagonistas, pero también para recoger imágenes y tomar datos para analizar distancias de los balazos y el calibre del revólver.
Antúnez de Olivera se dedicaba a la venta y distribución de mercaderías tanto en Irigoyen como en localidades vecinas brasileñas como Barracão y Dionísio Cerqueira.
Lo vinculan a “El Chapo”
Algunas voces de la investigación ligaban a Antúnez De Olivera con otra víctima de un ataque al estilo del sicariato colombiano. En idénticas circunstancias y localidad, el viernes 14 de mayo pasado fue asesinado el abogado entrerriano (con domicilio en Chajarí) Juan Manuel López, conocido como “El Chapo”, fue asesinado durante el mediodía del jueves 14 de mayo en el barrio Santa Rita a cien metros de la frontera seca entre Bernardo de Irigoyen y Brasil.
De acuerdo a las primeras versiones que surgieron, la víctima tenía domicilio fiscal en Puerto Iguazú pero trabajaba en un estudio con colegas en Irigoyen.
Sigue vigente la versión de que el asesinado se dedicaba al comercio de vinos entre Misiones y Brasil por lo que no descartan que el hecho tenga relación a un posible “ajuste de cuentas”.
