Con desarrollo en Garuhapé, enclavada en un paisaje único, con el borde del arroyo homónimo y la ribera del río Paraná como telón de fondo, se encuentra la chacra de Kevin y su esposa Lorena Lochner, quienes están al frente del proyecto agroecológico “Puerto Canoa”
La chacra que lleva ese nombre se encuentra situada justo donde desemboca el arroyo, por lo tanto están rodeados de agua y tierra roja, donde el fin es concebir la agricultura de manera sustentable.
El proyecto familiar se gestó hace varios años, desde el tiempo en que Kevin vivía en La Plata y desde allí ayudaba a su familia, especialmente a su padre, con la comercialización de lo que éste producía en la chacra.
Con su regreso a la provincia y tras el fallecimiento de su padre, Kevin se puso al frente de las tareas junto a Lorena, quien es nutricionista de profesión y por ello el enfoque siempre estuvo en la producción de alimentos saludables.
“Fue más o menos por el 2018 que nos empieza a gustar la idea de dedicarnos a la agricultura ecológica ya que no la podemos concebir de otra manera que no sea sin la aplicación de agroquímicos”, contó Lorena sobre algunas de sus motivaciones en el emprendimiento.
“Por mi parte, al ser licenciada en nutrición, me sentí motivada a producir frutas y verduras libres de toxicidad. La verdad es que en mi ejercicio profesional, veía que me quedaba corta a la hora de recomendar alimentos orgánicos o agroecológicos, ya que no podía asesorar a las personas sobre dónde podían conseguirlos”, ejemplificó.
Calendario biodinámico
“Junto con Kevin decidimos aprender acerca del trabajo con la tierra, las acciones y las interferencias que tienen las cuestiones relacionadas a la luna, además nos amigamos con el calendario biodinámico”, contó la mujer acerca del conocimiento científico y práctico que aplican en el trabajo.
Y añadió: “Mezclamos teoría y práctica y en ese camino estamos. Si bien, todo ha resultado más difícil de lo que pensábamos también es cierto que nos satisface mucho producir algo tan sano, primero para el autoconsumo, sabiendo que estamos dando comida saludable a nuestro hijo y guiándolo hacia un camino de la autosustentabilidad y el consumo consciente”.
A grandes rasgos en Puerto Canoa se produce naranja ombligo, limón caipira y otras variedades de este fruto, uvas de la variedad Niágara Rosada, que son comestibles, algunas variedades de ananá, maracuyá, mango brasileño, árboles de guayabones traídos del Brasil.
Entre los cultivos anuales se destacan la sandía, melones, mandioca, choclo, haciendo asociaciones y rotaciones. Se vende entre un pequeño grupo de clientes y amigos, con quienes van compartiendo la idea de la sustentabilidad.