Los estados miembros de la UNESCO designaron el primer jueves de noviembre de cada año como Día Internacional contra la Violencia y el Acoso en la Escuela, incluido el Ciberacoso, reconociendo de este modo que la violencia en el entorno escolar bajo todas sus formas atenta contra los derechos de los niños y los adolescentes, la salud y el bienestar.
Este Día tiene como objetivo sensibilizar a las personas a escala mundial acerca del problema de la violencia en línea y el ciberacoso, sus consecuencias y la necesidad de ponerles fin. También hace un llamado a los alumnos, los padres, los demás miembros de la comunidad educativa, las autoridades encargadas de la educación y los diversos sectores y asociados, incluido el sector de las tecnologías, a ponerle atención a este problema para incitarlos a contribuir a la prevención de la violencia en línea, con miras a garantizar la seguridad y el bienestar de niños, niñas y jóvenes.
Para ello, la UNESCO hace un llamamiento general a prestar ayuda en la promoción, organización y celebración de este día internacional.
“Aunque esta violencia no se limita a los establecimientos escolares, el sistema educativo tiene una importante función que desempeñar a la hora de enseñar a los alumnos a navegar con seguridad en la esfera digital. La educación formal debería proporcionar a los niños y los jóvenes determinados conocimientos y competencias, a saber: cómo comportarse con civismo en línea, desarrollar mecanismos de afrontamiento, detectar y denunciar la violencia en línea y, lo que es más importante, protegerse a sí mismos y a otros de las diferentes formas de ciberacoso, ya sea perpetrado por compañeros o por adultos”, planteaba el año pasado en esta fecha Audrey Azoulay, directora general de la UNESCO.
De forma creciente, y agudizada por la pandemia de COVID-19, la vida y la educación de los menores de todo el mundo se desarrolla cada vez más en línea. Si bien el acceso a Internet proporciona oportunidades de comunicación y aprendizaje, también expone cada vez más a los niños y jóvenes a la violencia en línea.
Aunque los datos disponibles a escala mundial sean limitados, es evidente que el ciberacoso ha aumentado en varias regiones del mundo durante la pandemia. En Europa, el 44% de los niñosque ya habían sido víctimas de ciberacoso indicaron que el fenómeno se incrementó durante el confinamiento. Y los datos provenientes de varios países revelan también que los niños, en particular, las niñas entre 11 y 13 años, son los más expuestos a convertirse en blanco de depredadores sexuales.
La violencia en línea, incluido el ciberacoso, afecta los rendimientos escolares, la salud mental y la calidad de vida de los alumnos. Los niños y niñas que suelen ser víctimas de acoso tienen tres veces más probabilidades de sentirse excluidos en la escuela que aquellos que no. Además, corren el doble de riesgo de faltar a clases, y tienden más a abandonar el sistema de educación formal antes de terminar sus estudios secundarios.