Luchar por los sueños nunca será una mala decisión. Esa es la lección que nos deja la historia de Daira Heller de 21 años quien soñaba con ser cantante desde muy pequeña y quien dejó todo atrás para cumplir su máximo anhelo.
“Desde que tengo cuatro años supe que quería ser cantante, que me gustaba el arte, mi mamá siempre me apoyó y me acompañó en este camino de la música, la danza y del arte”, recordó.
Nació en Capital Federal pero a los 12 años se radicó en Posadas. Sus primeras influencias musicales vinieron de la mano de un reconocido colegio gallego en Buenos Aires donde comenzó con sus primeros años de formación escolar. “Yo no tengo ningún familiar gallego, pero me gusta mucho la música y la cultura, me atrapó el tema de la historia y la danza de este pueblo”, apuntó.
Un momento decisivo en su vida fue la gran oportunidad que tuvo en el 2008 cuando se presentó en el Teatro Gran Rex el gaitero gallego Carlos Núñez Muñoz, con quien Daira pudo subir al escenario y cantar una canción con tan sólo ocho años. También contó que le gustaba mucho el tango y con 10 años se presentaba en un restaurante de la ciudad de Buenos Aires.
Ya viviendo en Posadas, en el 2016 Daira asistió a un evento familiar en Paraguay donde se encontraba la directora del Conservatorio Nacional de Música en Asunción, quien tras escucharla cantar un tango le propuso estudiar canto en el país vecino.
“Yo tenía 15 años y estaba pensando en terminar mi secundaria y ser contadora, y que el canto sería sólo un hobby para mí, hasta que esta directora me hizo una pregunta que cambió mi rumbo: ‘¿Querés llegar a los 30 años frustrada por no haberlo intentado o querés intentarlo?’. Cuando me dijo eso me dije a mi misma para qué vine a este mundo si no es para hacer lo que me gusta. Imposible, tengo que hacer lo que mi alma disfruta. Entonces tomé como lección de vida al arte y ahí comencé”, señaló.
Con sólo 16 años se fue a vivir a Paraguay donde estudió la carrera de Profesorado de Canto Lírico Superior, donde aprendió mucho sobre la cultura paraguaya. “Viví tres años en Paraguay y pude aprender a leer y a escribir en guaraní. Allí conocí mucho sobre el folclore argentino y aprendí a disfrutar del chamamé, la chacarera, la guaraña, la polca, todos estos géneros regionales con los cuales quedé encantada y no podía creer, en mi familia no tengo influencias musicales, me entregué a la cultura regional por completo”, expresó.
En el 2017, se comunicó con el músico español Carlos Núñez para agradecerle por el momento que le hizo vivir en el escenario cuando era tan sólo una niña, pensando que este lo había olvidado. Grande fue su sorpresa cuando inmediatamente fue invitada por el artista gallego a una gira de verano por España. “Casi a punto de cumplir 17 me fui a España de gira y fue una experiencia totalmente bonita, me mandé sola con todo y eso no me lo quita nadie”, destacó.
Daira también representó a Paraguay en el Festival Nacional de la Música del Paraguay en el 2018 y tras terminar con sus estudios secundarios, continúo su formación musical con presentaciones en importantes festivales y colaboraciones con grandes músicos regionales.
Actualmente trabaja como coaching vocal en Cricri producciones, la productora de los Grillitos Sinfónicos, compartiendo su experiencia con el canto.
Durante la pandemia comenzó a componer y fue así como nació el chamamé “Mujer alma de río”, que se lanzó el pasado 20 de agosto el día de su cumpleaños. “Me siento tan identificada con el río porque a veces tiene turbulencia, a veces está tranquilo, y la canción hace mucha referencia a eso, tuve la oportunidad de grabarlo y lanzar el videoclip para compartirlo con todos”, festejó.
Pero esto no termina aquí, porque Daira al ser una artista completa no sólo se encasilla en el género folclórico ya que ahora se encuentra incursionando en ritmos urbanos. “Estoy grabando música urbana que la pienso lanzar dentro de muy poquito con la colaboración de la rapera Kreiluz y el acompañamiento de todo un equipo enorme en este proyecto”, reveló.
Es que como artista, la joven reconoció que “quiero ser ese ejemplo o esa influencia que te lleva a decir yo puedo hacerlo, no importa lo que cueste”. “No debemos venir al mundo a hacer lo que no nos gusta. Quiero levantar esa voz para que todos los que tengan un sueño muestren lo que son”, concluyó.