Pasaron las Primarias y hoy Argentina despierta con un nuevo panorama más o menos claro de cara a las próximas semanas, cuando todas las tensiones vuelvan a decantar en las elecciones de medio término.
En el piso más bajo de participación en unas PASO queda acaso el primer dato importante pensando en el futuro. Algo de la pandemia y mucho de la apatía social explican esa crisis de la que hoy deberían hablar fuertemente los dirigentes argentinos, esos que agotaron la campaña en chicanas y ataques dejando de lado a los que hace años siguen ahí, esperando mejores perspectivas.
Jubilados, trabajadores, grandes masas de poblaciones sumidas en la pobreza vieron pasar una campaña que les dejó poco y nada pensando en las próximas semanas. Y siguen ahí, al igual que las propuestas que poco y nada aparecieron y que quizás, sólo quizás, asomen de cara a las legislativas.