Las caras que se expandían en prolongadas melenas o aquellos raros peinados nuevos, en ese entonces, con el inevitable paso del tiempo se vieron invadidas por canosas barbas y miradas de experiencias acumuladas. Las charlas que giraban sobre el deseo de hacer alguna fiesta o el after posrecital en alguna casa libre, o al menos donde los padres no molestaran tanto, pasaron a ser conversaciones sobre la crianza de algún inquieto hijo o las complicaciones para mantenerse al día con el alquiler. La siempre difícil materia de la facultad que derivaba en manojos de nervios quedó en el olvido ante la búsqueda laboral o el sacrificio ilusionado con el riesgo depositado en un proyecto propio.
Las cosas cambiaron, pero no todas, cuando siguen latentes las ganas de disfrutar alguna buena canción en vivo; el poder del reencuentro al reflejarse en la cara sonriente de un amigo; el recuerdo con las felices complicidades de aquellas noches entre bares o espacios ocupados mal iluminados, de escasas comodidades improvisadas y cerveza caliente en vasos de plástico, para sentir que el tiempo que se extraña en realidad puede volver a aparecer en cualquier momento si se lo busca.
En ese contexto, Estado Vegetativo comenzó a celebrar su regreso a los escenarios para liberar su energía intacta con mensajes de lucha social insistente y contra la sumisión o el conformismo. Parte de una identidad que encuentra su banda sonora, que hasta se podría considerar ideal, en el punk rock.
El último show que brindó la formación más clásica de la banda, con Leo Zuccarino en voz, Julián Álvarez (Hoolie) en guitarra, Mariano Vivero en batería y Francisco Procacci (Proca) en bajo, fue en el Teatro El Desván, en 1999.
Este 10 de septiembre Estado Vegetativo tocará en La Bionda (ubicada sobre la avenida Mitre de la ciudad de Posadas) a partir de las 20 horas, compartiendo el evento denominado “2do Round” con la banda de grindcore Deadly Noise Crew. En el mismo lugar se habían presentado el pasado 24 de julio. El recital es de capacidad limitada por los protocolos sanitarios y las entradas están a la venta a un valor de $300.
Afortunadamente, la emblemática banda posadeña no se queda en la nostalgia del goce pasado sino que también presenta nuevas canciones que formarán parte de un próximo disco.
En relación a esto, ENFOQUE dialogó con el cantante Leo Zuccarino.
¿Con qué se encuentra el público en estas nuevas presentaciones de Estado Vegetativo?
Para el viernes 10 estamos preparando un show distinto al que dimos recientemente, con otros temas y otros covers, porque Estado tiene muchas canciones y eso nos da cierta facilidad para variar con el repertorio. Es una lista de temas distinta, la gente que vio el primer show se va a encontrar con canciones diferentes. Tenemos la suerte de poder compartir el evento con nuestros amigos de Deadly Noise Crew.
Sentimos que estamos en un buen momento, nos sentimos muy bien, con muchos ensayos encima. Nos dimos cuenta que la gente le puso muchas ganas a la vuelta de Estado, entonces eso nos motiva mucho también.
Para ustedes debe ser muy emocionante volver a compartir escenario como el núcleo de una amistad que mantienen, pero eso también se junta con las emociones de la gente, del público, que viene con muchas ganas acumuladas de volver a disfrutar un recital de buena música.
Con esto de la pandemia y que la gente estuvo encerrada tanto tiempo, ahora se está sintiendo una fuerza extra en los recitales. Vemos a la gente que se emociona. Algunos veníamos compartiendo otras bandas, pero la reincorporación ahora se podría decir que es Proca, original de Estado, porque él sí estuvo inactivo, y lógicamente nos genera mucha emoción volver a tocar los cuatro juntos.
La gente siempre coqueteaba con la pregunta sobre cuándo volvía Estado, y nosotros pensábamos que debíamos regresar en el momento que sintiéramos que tenía que ser así, haciendo las cosas bien, y siendo los que teníamos que volver sin recurrir a un bajista o un baterista suplente para volver a tocar solamente por un tiempo.
En el recital anterior vivimos la emoción de ver, entre el público, a gente que nos sigue de antes, gente del medio y también de ahora, más jóvenes. Todos mezclados, porque Estado tiene 30 años, entonces son tres generaciones que se juntan y vienen a vernos.
Y la emoción como amigos es por volver a compartir, sentir ese feedback con la gente, volver a armar temas, grabar, tenemos tres videos nuevos, estamos por grabar un video nuevo la semana que viene, y después ya nos pondríamos a trabajar en el próximo disco. Es muy lindo volver a recordar aquellas viejas épocas. Por eso se mezclan todas las sensaciones lindas de amistad con lo propio que pasa en un show.
¿Están trabajando composiciones de temas nuevos?
Estado tiene armados nueve temas nuevos, de los cuales estamos tocando en vivo solamente 4, el resto nos guardamos para la presentación oficial del disco, así la gente se encuentra con alguna novedad más y no las quemamos antes de tiempo.
¿Dentro de la historia de la banda qué cantidad de material tienen grabado realmente? Porque también existen muchos archivos “piratas”, algo propio de la cultura del underground.
Sobre todo hay muchos cassettes grabados de recitales en vivo con nuestra música que no sabemos ni por dónde andan. Pero pensando cronológicamente, en 1993 grabamos el primer disco que fue “Sucio y Rabioso” con seis temas, en 1997 salió “Resistencia” con doce temas, después entramos en el compilado nacional “Mala Difusión” con un tema, también en un compilado misionero con dos temas. Luego sacamos un demo con cinco canciones, que tiene “Adiós Mundo Cruel”, “Obreros”, “Golpes y Caídas”, “Ustedes” y “TV Light”. Y ahora estamos por grabar lo nuevo.
Esa es nuestra discografía que no es muy amplia, pero sí son muchas las grabaciones “piratas” que en realidad no tenemos nosotros, andan circulando por ahí entre la gente. Estamos recordando una época en la que no era tan fácil grabar música como puede llegar a ser ahora debido a que existen otras herramientas.
Es cierto, antes no había tanta tecnología, no existían ciertas facilidades como hay ahora. Era muy difícil grabar, sobre todo si queríamos hacer un disco con doce temas, eso se lograba solamente si ahorrábamos plata durante todo un año con mucho sacrificio.
Hace casi 30 años, el país todavía tenía pocos años de regreso de la democracia y todo era muy difícil. Y más complicado era en Misiones, en el norte olvidado del país, porque por ahí en Buenos Aires sí se podían conseguir ciertas cosas con mayor facilidad.Y sobre todo era muy difícil grabar la música que tocamos nosotros, porque no es algo comercial ni que le interesaba tanto a las radios para difundir. Todo era a pulmón.
¿La actualidad que vivimos los motivó a concretar este regreso?
Fue a raíz de la pandemia que nos volvimos a juntar. Pasó que un día un amigo de Buenos Aires me manda un material diciéndome “vos que estás en Misiones escuchá esta banda y fijate que bien suena”. Y sin saberlo, me mandó el disco “Resistencia”, o sea algo nuestro, de Estado. Y cuando le digo que éramos nosotros no me podía creer, me decía que “pasaron tantos años y los temas siguen sonando muy actuales”. Entonces, en ese momento se me ocurre escribirle a los muchachos para plantearles que ya era tiempo de juntar a Estado, ya está, sanamos las heridas y era momento de volver a tocar juntos.
Nos pusimos en campaña para encontrar a Proca, hicimos unos ensayos y al tercero ya era Estado puro, siempre con ese punk político, antisistema, combativo, tratando de reflotar el inconformismo de la gente, la no sumisión, y transmitiendo alguna idea de libertad. Esa fue siempre la lucha de Estado, las nuevas canciones van por la misma línea. Esperemos que cuando termine la pandemia la gente pueda volver con más fuerza a las calles.