
Un hombre de 65 años que se hallaba internado en el hospital psiquiátrico Ramón Carrillo murió el 24 de agosto de 2001 tras recibir un certero golpe en la cabeza por parte de otro paciente del mismo establecimiento.
El hecho se produjo dentro del predio ubicado sobre la ruta nacional 12, cuando uno de los internos tomó una rejilla de hierro de un fogón y golpeó a otro en la cabeza.
La víctima fue identificada por la policía como Waldomiro Junkher (65), mientras que el agresor tenía 56 años. Ambos estaban internados en el lugar desde hacía más de dos décadas.
Según explicó en su momento a PRIMERA EDICIÓN el entonces director del Carrillo indicó que el agresor era “esquizofrénico crónico” y en un primer momento, luego de agarrar el hierro, se dirigió hacia una enfermera, pero ésta efectuó un grito de advertencia y el atacante terminó descargando el golpe en la cabeza de Junkher.
La enfermera relató a su vez que el hombre de 56 años “agarró el hierro del fogón que tienen en el patio para calentar agua para mate y venía hacia donde estaba yo con mi compañera Luz. Le grité, él se dio vuelta y atacó al paciente”.
Explicó que la agresión era una reacción constante de este interno. Es que “a veces está bien y otras se pone agresivo y ataca a los pacientes indefensos”.
Casi 19 años después, el 22 de agosto de 2020, se repetiría la historia de forma muy similar en el mismo escenario, aunque esta vez protagonizada por dos mujeres jóvenes.
Durante la mañana de ese sábado, aproximadamente a las 11:15, una paciente de 33 años ahorcó con una bufanda a Luz Salinas, de 20.
Fue la propia agresora la que avisó a las enfermeras de que había atacado a su compañera de pabellón y que ya no respiraba. Una enfermera le realizó RCP a la víctima, pero no logró reanimarla.