La motocicleta había sido sustraída meses atrás a su dueño y ahora, a través de un “patrullaje virtual” en las redes sociales, los policías corroboraron que el vehículo era subastado.
Así, simularon interés de compra en el perfil del vendedor y pactaron un punto de encuentro en inmediaciones de la calle Artigas y la avenida Quaranta. Allí, los agentes montaron vigilancia y al llegar el sospechoso con la moto, le solicitaron las documentaciones del rodado. Éste presentó la cédula de otra motocicleta. Al verificar el número de chasis y motor, se comprobó que estaban adulterados.
Por todo ello, el implicado fue detenido y alojado en sede policial a disposición de la Justicia.