Cada 10 de agosto se celebra el Día Mundial del León para celebrar la importancia de este animal en todo el mundo. Esta fecha también constituye un recordatorio por el crimen del león Cecil en el año 2015 ocurrido en el parque nacional Hwange, en Zimbabue (África).
Cecil fue cazado fuera de su reserva natural y desollado, por encargo de un dentista norteamericano. Este hecho causó una profunda indignación y denuncias contra la caza furtiva en ciertas regiones de África, generando fuertes manifestaciones en el mundo.
Desde los albores del hombre, el león ha desempeñado una participación integral en nuestras vidas: simbólica, religiosa, cultural, económica y como especie. Perder al león de nuestro mundo sería perder parte de nuestra herencia global .
A pesar de la importancia simbólica de los leones a lo largo de los siglos, hoy sufren una extinción silenciosa: las poblaciones de leones africanos cayeron un 40% en tan solo 20 años.
Según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés), el león (Panthera leo) se encuentra en la categoría de “vulnerable”, que es el cuarto nivel de criticidad por detrás de “en peligro”, “en peligro crítico” y “extinto en su hábitat” o “extinto”.
Una excepción son los leones blancos de Timbavati (Sudáfrica), de los que actualmente no queda ningún ejemplar en libertad.
Pero no sólo hay leones en África: el león asiático es muy parecido a su homólogo africano pero es más pequeño y su melena es menos pronunciada. Según la IUCN, está más amenazado, aunque su estado actualmente es relativamente estable. En contraste, la población de leones en el oeste, este y centro de África se ha reducido a menos de la mitad en los últimos 15 años.
Fuente: Conciencia Eco