En lo que va de julio, 79 familias misioneras sufrieron la pérdida de un ser querido como consecuencia del COVID-19. Ya nadie en el mundo descree de la ferocidad de este virus y sus variantes que provocaron desde el inicio de esta pandemia más de 4 millones de fallecidos y cerca de 187,5 millones de personas infectadas.
Pese a estas cifras impactantes, el recuento oficial de muertes por COVID-19 es sin duda inferior al exceso de muertes reales. La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que las cifras reales de muertes por coronavirus son dos o tres veces mayores que el recuento oficial, debido en buena parte al colapso vivido en el sistema sanitario de muchos países que dificultó el seguimiento fiel del impacto de la enfermedad.
¿Por qué pese al avance de la vacunación de la población no se logra bajar la cantidad de muertos? Según los expertos, la respuesta está en que aún es muy bajo el porcentaje de población inmunizada en el mundo, incluso en los países donde hay disponibilidad de vacunas. Y mientras el virus sigue circulando y enfermando más posibilidades hay que siga mutando. Misiones recibió hasta ayer 816.300 dosis de vacunas contra el COVID-19 y ya aplicó más de 580.000 de esas dosis por lo que el 57% de las personas de 18 o más años que viven en la provincia recibieron la primera dosis y el 16% logró completar el esquema. Pero esto significa que, contando a los niños y adolescentes de hasta 18 años, apenas el 35% de la población provincial recibió la primera dosis.
En estos primeros 17 días de julio, murieron en los hospitales y sanatorios de la provincia 79 personas con COVID-19. Y el 74% de esos pacientes no estaban vacunados contra el coronavirus pese a que más de la mitad (el 56%) ya superaba los 60 años y padecía comorbilidades. El caso más emblemático fue el de una mujer de 103 años sin vacunar, pese a que sufría diabetes, una de las tres comorbilidades (además de la hipertensión y la obesidad) que hacen más vulnerables a las personas ante las formas graves de la enfermedad.
El 33,3% de los fallecidos sin vacunación tenía entre 40 a 59 años y el 11% restante entre 39 y 20 años.
De los 79 muertos en lo que va de julio, el 23,6 se había aplicado una sola dosis (7 Sputnik, 6 AtraZeneca y 4 Sinopharm) y de esos 17 pacientes, el 89% sufría más de dos comorbilidades y el 11% restante una sola enfermedad de base. Dos personas murieron con COVID (el 2,8%) pese a tener el esquema completo de vacunación: un hombre de 59 años de Eldorado (con obesidad, hipertensión y arritmia) y una mujer de 65 años de Montecarlo (padecía asma y EPOC). El primero recibió la Sputnik V y la mujer la AstraZeneca.
Cuadros graves
La baja adhesión a las vacunas también se visualiza en los pacientes internados en terapia intensiva donde son la absoluta mayoría. Según precisó el vicegobernador Carlos Arce, hay una incidencia muy alta de personas de 50 a 59 años sin vacunar, que representan nueve de cada diez pacientes hospitalizados. De hecho es el segmento etario que menos se inmunizó contra el coronavirus en Misiones. Lo más inquietante es que hay disponibilidad de vacunas para primera y segundas dosis de AstraZeneca y Sinopharm en la provincia.