En Misiones “hay más consultas por trastornos alimenticios”, aseguró a PRIMERA EDICIÓN la nutricionista Florencia Córdoba. Mientras que durante la etapa del confinamiento más estricto los trastornos más consultados fueron por bulimia y anorexia, “lo que más se ve en este último tiempo es la vigorexia, o la obsesión por conseguir un cuerpo musculoso”, destacó.
“El hecho de haber llevado un estilo de vida sedentario por tanto tiempo debido a la pandemia, en algunas personas generó un mensaje muy negativo y extremo a causa del miedo a engordar”, señaló.
A causa de esto, “las personas que ya tenían algunos síntomas de trastornos, comenzaron a restringir aún más la ingesta de alimentos o buscaron opciones poco saludables para evitar el aumento de peso”.
Más consultas pero menos turnos
A pesar de que Córdoba aseguró que “hay más consultas”, la especialista contó que “también hay mayor lentitud respecto a los turnos”.
Según dijo la profesional, “los estados de ánimo durante la pandemia como el estrés, la ansiedad y sensación de soledad, entre otros, hicieron que se profundicen aún más los trastornos de la conducta, entre ellos los alimentarios”.
Sin embargo, “como todo el sistema de salud está abocado al COVID, hay mayor lentitud respecto a los turnos y también respecto a las tareas de los promotores de la salud que hoy se dedican más que nada a las campañas de prevención y vacunación contra el coronavirus”.
¿En qué repercute la lentitud de los turnos?
La demora en la atención médica, según Córdoba, implica recaídas, abandonar el tratamiento o no iniciarlo. “Hay que tener en cuenta que no es sencillo que una persona acepte que tiene un trastorno alimentario y, si lo reconoce, no lo cuenta. Pero puede pasar que después de un período de grandes recaídas, se animen a consultar a un especialista”.
Lo que sucedió durante 2020 y 2021 fue que “a los que quisieron empezar un tratamiento o continuarlo, les dieron turnos para dos o tres meses y terminaron no asistiendo a la consulta porque el momento de la motivación se les pasó”, destacó.
Por ello, “hay que intentar atender al paciente en el momento en que consulta para que luego no se arrepienta”, aconsejó.
¿Se curan?
Los trastornos alimentarios “se curan”, aseguró Córdoba aunque agregó que “se requiere de mucha fuerza de voluntad y acompañamiento familiar y médico para poder pasar las recaídas”.
En este sentido, recomendó a las familias y personas cercanas a una persona que padece esta afección “estar atentos a las señales. Se suele creer que estas conductas son un capricho, pero hay que ver con cuánta frecuencia se repiten, porque ahí empieza a ser un trastorno”.
El 70% de las mujeres no está conforme con su cuerpo
Según la Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia de Argentina (ALUBA), nuestro país está en el segundo puesto en los países con mayor tasa de trastornos alimenticios, resultando que el 70% de las mujeres en Argentina no está conforme con su cuerpo.
Al respecto, la nutricionista alertó que “se están observando estos mismos patrones de trastorno de conducta alimentaria en pequeños de dos a tres años: se observan la panza de manera negativa, no les gusta”.
Al consultarle los motivos, Córdoba consideró que “las redes sociales, las publicidades y la propia sociedad influyen mucho. Nos muestran un estándar de cuerpo que es inalcanzable”.