Dice una frase: “En dos palabras puedo resumir todo lo que he aprendido acerca de la vida: que sigue”.
La vida nos va ir llevando hacia adelante siempre aunque miremos atrás, al costado o nos adelantemos, ella continúa.
Suele suceder que en los momentos lindos queremos detenernos, que el tiempo se congele, quedarnos ahí viviendo así eternamente, pero no se puede.
Aunque nos inmovilicemos queriendo detenernos, la vida va a continuar.
También en momentos duros o difíciles deseamos que el tiempo pase rápido, pero el tiempo en la vida tiene su propio ritmo, no el nuestro, no el que nosotros queremos.
Hagamos lo que hagamos, el tiempo no va a parar y la vida va a seguir.
La vida nos muestra que sea como sea se abre camino a seguir moviéndose, sigue evolucionando y nosotros, aunque pensemos que somos imprescindibles en algún momento nos damos cuenta que no es así.
En esta época que nos tocó vivir, nos hemos dado cuenta que lo más preciado que tenemos es la vida y la salud para poder ¡vivirla!
La pandemia nos mostró lo vulnerables que somos y que aunque alguien falte tenemos que seguir y aunque pensemos que no vamos a poder, el mismo impulso natural de vivir hace que continuemos.
La vida se abre camino y los que podemos seguir en ella tenemos que honrarla, sobre todo dando gracias a los que estuvieron antes que nosotros y a los que ya no están.
Honrar la vida dando gracias por cada día que nos levantamos y la posibilidad de estar en ella.
Hoy les pregunto ¿pensamos en esto? ¿Agradecemos cada día? ¿Somos conscientes de que mañana podemos no estar acá? y pensando en esto, ¿vivimos la vida que queremos?
Preguntas para hacernos con una mirada compasiva hacia nosotros, siempre agradeciendo este momento.
Que Dios los bendiga.