El Gobierno nacional autorizó al Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) a aplicar un aumento del 70% de la Tasa de Inspección y Fiscalización que se aplica sobre el mercado yerbatero.
Así lo decidió el Ministro de Agricultura de la Nación, Luis Basterra, a través de la Resolución 92/2021 que fue publicada este jueves en el Boletín Oficial, donde se estableció que el valor de la estampilla pasará de $1,24 a $2,11 por kilo de yerba mate molida envasada con destino al mercado interno.
La suba deberá abonarse por cada kilogramo de yerba mate elaborada en todas sus modalidades, envasada nacional e importada, compuesta o no, con destino a ser comercializada en el territorio nacional. El INYM ya había elaborado su presupuesto anual considerando este valor de la tasa. Lo recaudado se destina a las acciones y funciones que lleva adelante el Instituto.
Al respecto, el director de sector de la Producción en el INYM, Jonas Petterson, expresó a PRIMERA EDICIÓN que “en buena hora llegó este aumento”.
“Estábamos esperando que se resuelva este tema del precio de la estampilla para poder seguir adelante con todas las acciones que venimos desarrollando con el Instituto”, destacó.
Apuntó, a su vez, que de esto depende que “podamos entregar herramientas a los productores, llevar adelante la planificación de la promoción y el servicio del área técnica. En fin, el funcionamiento del INYM depende de la estampilla así que en buena hora que se haya resuelto y que podamos contar con eso para seguir trabajando”.
Sorpresa
La suba de la estampilla para los paquetes de yerba mate fue una sorpresa para la industria ya que el tema “no fue tratado en la última reunión del Directorio en el INYM”.
“A la industria le produce cierto escozor porque es la que paga la estampilla y después nos cuesta mucho recuperar el precio del paquete en la salida de molino, pero bueno son hechos consumados. La estampilla se tiene que ir acomodando a los aumentos de precios del producto y el INYM tiene compromisos y sueldos que pagar, si nos quedamos con el valor de la estampilla del año pasado tampoco es razonable y no hay presupuesto que cierre”, comentó el representante de la Industria, Raúl Ayala Torales.
Asimismo, indicó que “la única molestia que nosotros tenemos con la industria es que nos enteramos por el Boletín Oficial de este aumento que de alguna manera fue inconsulto”.
“Partiendo de la base que no hay obligación de que se consulte, ya que el Secretario de Agricultura tiene todas las atribuciones de disponer el aumento de las estampillas que marca la ley del INYM, hay un malestar y una sorpresa porque nadie nos preguntó nada. No hubo una interconsulta en el interior del Directorio o por lo menos no se trató en la mesa”, manifestó Ayala Torales.
Detalló que si bien el incremento establecido está por debajo del porcentaje máximo de aumento que marca la ley, que es del 5% del precio de la salida de molino, “se la van a tener que rebuscar para ver cómo lo recupera”.
“La industria lo tiene que pagar porque nosotros no podemos envasar sin estampillas, después tenemos que vender la yerba y esperar a que los supermercados o los clientes nos paguen dentro de 60, 90 o 120 días según el convenio comercial que uno tenga con la cadena. Entonces, cualquier aumento nos castiga de manera inmediata hasta que se cierre el círculo”, explicó.
Y advirtió que el problema es la inflación ya que “siempre quedamos atrás en el recupero al valor real de la estampilla”.
Para finalizar, observó que “una empresa de término medio que envasa dos millones de kilos por mes, está gastando $4 millones de pesos por mes de estampilla, que lo recupera en 60 o 90 días”.