
La situación económica de la familia de Dana Pereira Sandoval, sumado a la pandemia declarada por el COVID-19, hizo que pensara que no podría cumplir su sueño de tener un vestido para sus 15 años, que los cumplió el 26 de mayo, ni una torta para compartir. Pero las hadas madrinas existen y la solidaridad y buena predisposición de mucha gente hizo que Dana tuviera un hermoso vestido y también una reunión con nueve amigos de su escuela con los que pudo compartir una torta, souvenirs y tener el recuerdo de sus 15 años.
Su principal “hada madrina” es Analía Colazo, quien desde hace más de dos años viene ayudando a la familia de Dana que reside en el barrio Los Potrillos de Garupá.
“La mamá de Dana, Georgina me dijo que ella le había pedido que por lo menos le alquilen un vestido para sus 15, pero ellos no podían. Así que lancé el pedido de un vestido y una torta para Dana en Twitter, conté que era su sueño tener esto para sus 15 años y que bueno, la situación de vulnerabilidad económica de su familia no le permitía cumplirle el sueño. Dana es asmática, igual que su papá Cristian. Por suerte hubo muchas personas solidarias como Anita Espósito, la hermana de Lali Espósito quien también le envió un saludo a Dana, Jorge Rey y María Florencia Freijo quienes me ayudaron a hacer realidad, no sólo la reunión chiquita con un vestido y una torta para Dana hoy (por el viernes), sino también juntamos dinero para vestir a toda su familia y para comprar los materiales de construcción para hacer una habitación de 5×3 de ladrillos, para que todos estén más cómodos, que tengan una mejor calidad de vida”, explicó Colazo a PRIMERA EDICIÓN.

También contó que Cristian, el padre de Dana, camina con un carrito desde el barrio Los Potrillos hasta el Mercado Central para comprar verduras que después vende en el barrio como único ingreso familiar.
“La situación económica no es fácil de esta familia y necesitan ayuda, así que un trabajo más estable le vendría bien a Cristian”, indicó Colazo.
Además, junto a los padres de Dana, Colazo tiene un merendero donde ayudan a muchos de los vecinos del barrio. “Con la Fundación vengo hace más de dos años ayudando a la familia Dana, ellos vinieron desde Tierra del Fuego a vivir a acá por problemas familiares y bueno, la situación es difícil, porque Georgina tiene problemas de salud, Dana y su papá también entonces todo cuesta un poco más, pero siempre contamos con la solidaridad de la gente para darles una mano y en este caso le cumplimos un sueño a Dana”, dijo.