Podrá afectar mayormente a ciertos grupos de riesgo, es cierto. Pero si hay algo que demostró el coronavirus desde que se lo conoce y, sobre todo, en las últimas semanas, es que nadie está exento. Ni los jóvenes y ni siquiera los deportistas del más alto nivel, que corren con algo de ventaja física a la hora de enfrentar una amenaza de ese tipo.
El testimonio de Ricardo Báez (25), luchador de elite misionero, bien vale para graficar cómo el virus puede afectar a una persona, incluso cuando se mantiene un cuidado equilibrio entre ejercicio físico, nutrición y salud.
Ricky, por fortuna, no tiene enfermedades preexistentes ni forma parte de ningún grupo de los considerados de riesgo. Todo lo contrario. Es uno de los luchadores argentinos top y en 2019 arañó la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio. Pero el coronavirus le cortó las alas y lo bajó del Panamericano Senior de la especialidad, que empieza mañana en Guatemala. A tomar nota y, más que nunca, cuidarse.
“Tuve fiebre varios días y no me bajaba con nada. Me hicieron una resonancia y ahí descubrieron que estaba generando una neumonía. Me medicaron y mejoré. La agarré justo, porque podía haber terminado mal”, reflexiona Báez a EL DEPOR, tras pasarla mal ante un virus que lo obligó a suspender el inicio del ciclo olímpico rumbo a París 2024.
Por lo pronto, lo que importa es la salud. Para tener en cuenta sus palabras y no subestimar la amenaza.
Ricky, ¿cómo arrancó todo esto?
Fue hace una semana y media, casi dos. Me hisopé el martes 11 de mayo, porque me levanté con fiebre. Días anteriores ya venía con algunos síntomas. Y finalmente di positivo. La cuestión es que venía bien, los primeros días estuve bien, pero al cuarto día me atacó fiebre fuerte. Después de eso, hubo una mejoría leve, pero tenía fiebre todo el día y no me bajaba.
Es por eso que decidí ir a urgencias para que me vean. Ahí me hicieron una resonancia magnética en los pulmones y descubrieron que estaban en proceso de inflamación. Estaba gestando una neumonía.
Ahí me medicaron y mejoré, me bajó la fiebre. La agarré justo, porque podía haber terminado mal. Si no la agarraba a tiempo, podía terminar internado con una neumonía grave.
¿Sentiste miedo?
No llegué a tener miedo, pero enseguida pensé en el viaje al Panamericano. Y eso me bajoneó bastante. Y después el hecho de estar aislado, solo, durante diez días. Todo eso una situación muy fea. Ahora estoy mejor, pero la pasé bastante mal, encerrado y sin poder ver a la familia
¿Cuándo decidiste bajarte de Guatemala?
El último viernes me hice el último hisopado. A esa altura ya habían pasado doce días del primer síntoma. Y me dio negativo. Eso quiere decir que podía haber viajado tranquilamente, pero el tema es la neumonía, por la que me dieron dos semanas de reposo deportivo.
Varios chicos de la Selección Argentina tuvieron coronavirus, se testearon, les dio negativo y pudieron viajar. Hay gente que la pasa mal y gente que no. Yo estuve tres días sin comer.
Antes de la resonancia, el médico me había dicho que existía una posibilidad de que viajara, pero que no iba a estar al cien por ciento. Y después de la resonancia me lo confirmó. Me dijo que así no podía competir, que más allá del virus, estaba la neumonía y que, si no me curaba bien, el cuadro podía empeorar.
Fue entonces que decidí bajarme del viaje. Decidí priorizar la salud, más allá de la tristeza enorme que siento después de todo el esfuerzo que hice estos últimos meses.
¿Te preocupan las secuelas?
Tengo pensado hacerme estudios próximamente, una nueva resonancia en los pulmones, pero también un electrocardiograma y una ergometría. Después de eso, tendré que empezar los entrenamientos desde cero y cuidarme para no exigirme mucho. El otro día corrí desde la vereda al auto, unos cinco metros, y no podía respirar, sentía los pulmones tapados.
¿Qué sensación te dejó todo esto?
Sobre todo, que nadie está exento de esto. Esto te agarra ya sea estando sano o enfermo. Y te puede matar, porque no sabés cómo va a reaccionar tu cuerpo. Yo soy una persona sana, me cuido mucho, pero me pegó fuerte, me tumbó.
Creo que hay que ser responsables con esto y no pensar sólo en uno, si no también en la familia y en los seres queridos. No sabes cómo puede terminar todo. Como te digo, quizás si no descubría en ese momento la neumonía, podía haber sido peor.
¿Qué mensaje le dejarías, sobre todo, a los jóvenes?
Mi mensaje es que no subestimen al virus y que se cuiden, porque esto todavía no terminó. Que tomen los recaudos necesarios, que no dejen de usar barbijo, que usen alcohol en gel, que se limpien las manos.
Yo nunca dejé de usar todo eso y, sin embargo, me contagié. Y no sé cómo. Mirá, desde febrero hasta abril estuve entrenando en el CeNARD, en Buenos Aires, y no me contagié. Y vine acá y me pasó. Eso quiere decir que todos estamos expuestos.
En cuanto a lo deportivo, ¿Cuánto cuesta no estar en el Panamericano?
Desde la Federación Argentina me remarcaron que el torneo no importa, que no voy a perder terreno por no viajar, y que por sobre todas las cosas, cuide mi salud. Por ese lado, me quedo tranquilo y aprovecharé para seguir entrenando.
Cómo bien dijiste, a empezar de cero…
Así es. Ahora le apunto directamente a los Juegos Sudamericanos de Asunción 2022 (también conocidos como Odseur), seguramente con algunos viajes de preparación en la previa. A darle con todo con eso.
En la última edición, en Cochabamba 2018, fui medalla de plata. Ahora le quiero apuntar al oro, porque en caso de lograrlo, obtendría la clasificación directa a los Juegos Panamericanos de Chile, en 2023. Esa es la nueva meta, así que a trabajar para lograrlo.
La pesista que perdió la chance olímpica
Testimonios como los de Ricky Báez hay muchos en el mundo del deporte. Sin embargo, uno de los que más chocó fue el de la pesista santafesina Luz Casadevall (20), promesa de la disciplina y con chances importantes de ir a Tokio.
¿Qué sucedió? La joven tenía todo listo para viajar al Mundial Sub-20, su última chance para clasificar a los JJOO pero, en el hisopado previo a embarcar, dio positivo y debió decir adiós.
“Me preparé toda la vida para este Mundial, lo esperé con ansias, me cuidé un montón y me perdí un montón de cosas pensando en éste objetivo, ¿para qué? Para ahora dar positivo de COVID y por ende perderme todo. Que injusta es la vida a veces”, escribió Casadevall en su cuenta de Twitter, el domingo 16 de mayo.
Me preparé toda la vida para este mundial, lo esperé con ansias, me cuidé un montón y me perdí un montón de cosas pensando en éste objetivo, para qué? Para ahora dar positivo de covid y por ende perderme todo. Que injusta es la vida a veces.
— Luz (@LuzCasadevall) May 16, 2021
Conocida esa situación, el último sábado la web especializada “Argentina Amateur Deporte” entrevistó a la deportista, oriunda de San Jorge, quien contó sus sensaciones: “Ya no hay posibilidades de ir a Tokio. La última chance era sacar los puntos necesarios para ser elegible por ránking y viajar a los Juegos de Tokio. Después del mundial ya no hay más torneos, no tengo más chances. O sea, ya está”, se lamentó.
Y es todavía peor: ella era la única argentina con chances de estar en Japón.