Tenía 13 y se acercó muy tímidamente, tanto que estuvo varios días al costado de la cancha hasta recibir la invitación soñada. De una u otra manera, su destino estaba marcado: como vive frente a las playas de Miguel Lanús, tarde o temprano iba a caer en ese encanto.
Hoy Joaquín Medina (18) se ríe de sus comienzos con el beach vóleibol. Pasaron sólo cinco años, pero el juvenil posadeño ya comenzó a cumplir su sueño: ponerse la camiseta de la Selección Argentina.
Durante la última semana, Joaquín participó de su primera concentración con la Selección Argentina U-19 de la especialidad. Fue en el CeNARD, en Buenos Aires, y aunque terminó antes de lo previsto por el regreso a la fase 1 de la cuarentena, se volvió a Misiones con una sonrisa de oreja a oreja y con la ilusión de volver a ponerse esa pilcha con los colores sagrados.
“Desde que empecé, soñaba con la Selección, con ponerme esa camiseta. Y cuando llegó el momento… No hay palabras para explicarlo. Todo el esfuerzo y el sacrificio están dando sus frutos”, le contó ayer Joaquín a EL DEPOR, recién llegado de la capital del país. Un mano a mano con una de las promesas del beach misionero y emblema del desarrollo que tiene la disciplina en los últimos tiempos.
Joaquín, ¿cómo empezaste a jugar al beach vóleibol?
Arranqué a los 13 años. Yo vivo literalmente frente a las playas de Miguel Lanús, entonces siempre veía que jugaban. Un día fuimos con un amigo, pero no nos animábamos a hablar. Y estuvimos ahí al costado de la cancha, hasta que se dio… Y ahí empezó todo. Antes de eso jugaba al fútbol, hacía taekwondo y hasta boxeo, pero el beach me dio vuelta la cabeza, me enamoré desde el primer momento.
Desde entonces, competiste en todos lados…
Sí, jugué varios provinciales, y también en Cerrito, Rosario y Buenos Aires. Fui campeón del Circuito de Menores provincial, en 2018, y ese mismo año también pude ser campeón nacional de la categoría en Paraguay.
¿Cómo llegó esta convocatoria a la concentración con la Selección?
Yo siempre tuve en claro lo que quería. Desde que empecé soñaba con la Selección Argentina. Y bueno, hace tres semanas me llamó mi profe, Ale Cardozo, y me dijo “te tengo buenas noticias”. Cuando me contó, yo me largué a llorar de la emoción, no lo podía creer.
¿Y cómo fue ponerse la camiseta argentina?
Ufff… No hay palabras para explicarlo. Estaba muy contento, sentí que todo el sacrificio finalmente estaba dando sus frutos. Literalmente, se te infla el pecho.
¿Cómo fue la concentración?
Estuvimos ocho chicas y tres chicos de todo el país. Arrancó el 17 de mayo y debía terminar el domingo, es decir, el 23, pero el regreso se adelantó por la pandemia y las restricciones en Buenos Aires.
¿Te imaginabas estar alguna vez en el CeNARD?
Es increíble. Cuando llegué a la puerta, quedé impresionado. Todo es gigantesco, muy lindo, las instalaciones, los profes son muy amables, te tratan muy bien… La verdad es que fue una experiencia única.
¿Y cómo fue ese día a día en la elite del deporte argentino?
Todos los días nos levantábamos a las 8 y a las 8.30 íbamos al comedor para el desayuno. De ahí a hacer cancha, de 10.30 a 12, y a las 13 a almorzar. Por la tarde, desde las 14 hacíamos gimnasio y a las 16.30 volvíamos a la cancha hasta las 18. Y ahí quedábamos libres hasta la hora de cenar, a las 21. Fue así durante los cuatro días en los que estuvimos.
A puro ritmo…
Sí. Y me gustó mucho. Y no me costó porque tiempo atrás mi profe me dijo que, si quería ser un profesional, tenía que actuar como tal. Y así es que desde hace un año y medio que esa rutina es muy similar a la que llevo adelante acá en Posadas. Por eso creo que no me costó tanto adaptarme.
¿Cuál es el objetivo de esta serie de concentraciones?
El objetivo es conformar los equipos que van a participar de los distintos torneos sudamericanos. Y también se habló del Mundial de Tailandia, aunque todo está en veremos por la pandemia de coronavirus. De todas maneras, se vienen jugando World Tours, así que la ilusión es que salgan esos torneos y poder estar allí.
¿Cuál es tu sueño a corto plazo? ¿Y para el futuro?
A corto plazo, quisiera ganarme un lugar en la Selección Argentina y participar de esos torneos que se vienen. Y a largo plazo, mi sueño es estar en los Juegos Olímpicos y ganar una medalla para mi país y mi provincia.
Ese es mi sueño más grande. De solo imaginarlo, se me pone la piel de gallina. Todo el tiempo visualizo eso. Y mientras tanto, sigo trabajando para algún día poder lograrlo.
“Joaquín tiene muchas condiciones”
El profe Alejandro Cardozo, entrenador de Joaquín y referente de la Escuela Municipal de beach que funciona en El Brete, habló con EL DEPOR y subrayó la alegría de ver a “Joa” con la albiceleste.
“Joaquín tiene muchas condiciones y una gran capacidad física. Además de todo, es muy responsable. Pese a que vive lejos de nuestro lugar de entrenamiento, no falta a ninguna práctica. Está todos los lunes, miércoles y viernes. No se pone excusas”, contó el también jugador de beach.
La llegada de Medina a la Selección no hace más que confirmar el crecimiento de la disciplina en Misiones. De hecho, se trata del tercer juvenil en ser convocado a una concentración nacional, después de las experiencias de Franco Rodríguez y Sofía Betancur, en 2019, todos de El Brete.
“Hace mucho tiempo se tenía al beach como un deporte de vacaciones, de tres meses. Pero desde hace cuatro años las escuelas municipales están trabajando todo el año y creo que esto es el fruto de tanto sacrificio”, analizó Cardozo, quien agradeció tanto al Ministerio de Deportes como a la Municipalidad de Posadas por el apoyo para que Joaquín pueda viajar y estar en Buenos Aires, en la primera etapa de su sueño más preciado.