Con 100 años ya cumplidos (había nacido el 11 de octubre de 1885 en Inglaterra), fallecía el 12 de mayo de 1986 Alicia Moreau de Justo, médica y política que logró hacerse un lugar en la esfera pública y en la lucha feminista mucho más allá de ser la esposa del fundador del socialismo argentino, Juan B. Justo.
Había nacido circunstancialmente en Londres porque su padre, Armand, era un exiliado político francés que participó de la insurrección popular que culminó en la Comuna de París en 1871, experiencia que terminó ahogada en sangre.
Ya en Buenos Aires, a donde llegó con su familia a los 5 años, Alicia fue protagonista joven del socialismo, participó en la primera Conferencia Internacional de la Mujer, que se realizó en nuestro país en 1910, y más tarde se graduó de médica.
Bregó tempranamente por el voto femenino, pero cuando en 1952 el gobierno del general Juan Domingo Perón consagró ese derecho, ella criticó la medida, dado que su iniciativa en ese sentido nunca se había logrado concretar por los impedimentos en el Senado para sancionar leyes que fuesen favorables para las mujeres.
Cuando en 1955 la llamada “Revolución Libertadora” derrocó violentamente al gobierno peronista, ella -como parte del colaboracionismo de los socialistas- integró la Junta Consultiva junto a radicales, demoprogresistas y conservadores.
Más allá de este oscuro capítulo, hoy se la recuerda bajo los pilares de “honradez, trabajo y justicia” y como la mujer que desafió al patriarcado en la política argentina. Para muchos historiadores, Alicia Moreau de Justo se adelantó al siglo XXI.