Luego de años institucionalizadas, hoy tres hermanas de nacionalidad paraguaya lograron salir adelante y actualmente tramitan la ciudadanía argentina. En plena pandemia y con el puente internacional cerrado, lograron conseguir la documentación de la menor de las niñas luego de una gestión desde la Defensoría de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes de Misiones junto con el Consulado de la República de Paraguay.
Al respecto, la trabajadora social del área Psicosocial de la Defensoría, María Inés Ruggiero, explicó a PRIMERA EDICIÓN que “comenzamos con este tema hace años cuando las tres niñas quedaron en un hogar de niños y estaban indocumentadas. La hermana mayor es la que se hace cargo en su momento de las menores. Ahora la segunda hermana también está tramitando la ciudadanía pero ya cumplió los 18 años, así que está por fuera de la Defensoría. Para la tercera hermana, la más chica, lo que se hizo fue conseguir la partida de nacimiento y otra documentación a través del Consulado de Paraguay”.
Remarcó también que “hablamos de niñas que estaban institucionalizadas porque se quedaron sin su madre al caer esta presa”. Además, “estaban en Argentina y todos sus familiares en Paraguay. Así que fue una historia de vida muy fuerte, donde a través de la Defensoría de los Derechos del Niño, Niña y Adolescencia se realizó un trabajo de fortalecimiento familiar”, añadió. En su momento, recordó que “la más grande estaba en un proceso de egresar del hogar, así que se buscó la forma de ayudar y ahora ya formó su propio grupo familiar, además de estar a cargo de sus hermanas.
Hermanas unidas
La mayor de las hermanas, Adelaida Noemí, contó a este Diario que en los últimos años “hace como cinco años inició este proceso primero tuve la guarda de una de mis hermanas que ahora ya tiene 19 años, así que armó su vida independientemente y tiene a su hija. Ahora tengo a mi otra hermana que es adolescente”.
En cuanto al círculo familiar y la posibilidad de revinculación, indicó que “tenemos muchos parientes pero no podemos contar con ellos”.
Cuando llegaron desde el Paraguay hasta Misiones “tenía 11 años, no recuerdo mucho, venimos de Cambyretá. En este proceso de la Justicia donde nos sacaron de mi mamá, las tres fuimos al mismo hogar donde en mi caso estuve cinco años pero mis hermanas por más tiempo. Tenía 13 años cuando fui al hogar y salí a los 18 años. A partir de ahí armé mi vida”, manifestó.
Durante su estadía en el hogar de Posadas señaló que “estábamos siempre esperanzadas de que algún día saldríamos y tendríamos nuestras vidas. Ahí teníamos el acompañamiento de las personas que nos enseñaron los valores y recibimos toda la atención, fuimos a la escuela incluso cuando éramos todavía indocumentadas. Lo más triste es que nadie va a visitarte y tampoco se puede salir tanto pero el resto es algo adaptable”.
Aseguró que “con el acompañamiento de la Defensoría de la Niñez pude conseguir mi documentación y ahora la de mi hermana, porque tengo su guarda. Lo principal fue tener la partida de nacimiento pero tampoco podíamos ir a buscar porque está el puente cerrado. Fue algo a distancia con un contacto con los abogados y el área de Niñez de Paraguay”.
Niños vulnerables
María Inés Ruggiero compartió que la historia de estas hermanas “es uno de los tantos casos que tenemos. Hubo situaciones por ejemplo de niños que llegaron desde Perú y tenían orígenes misioneros donde se intervino desde el área jurídica y psicosocial para que puedan regresar, con un vinculación con abuelos maternos luego de que sus padres cayeran presos en el exterior. Constantemente se realizan trabajos como estos con familiares para que estos niños puedan salir adelante”.
En estas situaciones “hablamos de niñez y vulneración de derechos, los cuales son temas muy delicados con intervenciones y vinculación familiar. Si bien trabajamos en redes con otras instituciones, en la intervención desde la Defensoría en este caso necesitábamos un fortalecimiento de fondo. La idea es que la familia camine sola, tal como sucedió ahora con estas niñas”, agregó.
Desde la Defensoría aseguró que “se hicieron los trámites migratorios para exonerar el cobro de la tasa. La hermana del medio ya cumplió su mayoría de edad, también tiene su bebé y está en trámite su ciudadanía argentina. En su caso, al tener una hija que nació en el país, obtener la nacionalidad es un poco más fácil. La hermana más chica, ahora está en el secundario y en trámite para acceder a su identidad como ciudadana al estar casi 10 años en Argentina”.